En su quinta película como director Kevin Smith deja todo el protagonismo a Jay (Jason Mewes) y Bob (El propio Smith), personajes secundarios pero cruciales en sus anteriores aventuras cinematográficas.

Jay y Bob el silencioso contraatacan funciona como una suerte de referencias tanto a la filmografía de su director (aparecen cantidad de personajes de sus anteriores trabajos) como a la saga de La guerra de las galaxias (Star Wars) o al mundo de los cómics, vamos, que Smith se despacha a gusto con todas sus filias. La excusa es la inminente producción de una película sobre Bluntman y Chronic (alter egos en cómic de Jay y Bob) y de como estos, molestos, acuden a sabotearla. En su viaje conocerán a todo tipo de esperpénticos personajes, destacando su encuentro con un espectacular cuarteto de ladronas.

Más cercana a la comedia juvenil gamberra que a sus anteriores trabajos peca del excesivo protagonismo a los citados Jay y Bob, los cuales resultaban divertidos en sus previas y escuetas colaboraciones pero que llegan a resultan cansinos como protagonistas. Afortunadamente a su alrededor participan multitud de actores realizando cameos (incluso interpretando varios personajes, como Jason Lee o Ben Affleck), algunos forzados o innecesarios, pero tremendamente divertidos. Si bien para disfrutar de todas las referencias y guiños hay que conocerse el particular universo de Smith, sólo así es plenamente disfrutable.