Es inevitable ver muchas veces que el cine asiático se va occidentalizando por momentos.

El planteamiento de esta película es propio de las series B que plagaron las pantallas en los '50 con el tema del peligro de la radiación nuclear, que creaba seres extraños y amenazadores o hacía mutar a animales haciéndolos gigantescos. En este caso, se trata de una criatura que ha nacido por culpa de los resíduos tóxicos vertidos en el río Han de Seúl, y se dedica a campar a sus anchas asustando a la gente y zampándosela cuando le viene en gana.

Pues contado así, parece que la película no da para más pero nos equivocamos. El film es en realidad la historia de una familia desunida que, gracias al monstruo y a una serie de circunstancias que, evidentemente, no voy a contar aquí, logra evolucionar positivamente en sus relaciones. Además, la cinta está llena de humor, lo que hace que gane enteros y el monstruo, que se supone que debe ser el protagonista, a veces da la sensación de que se deja de lado. Por ello tenemos una película que cuenta con terror, comedia, suspense y drama, todo muy mezclado pero servido con maestría por Bong Joon-ho.

Sería interesante destacar que ha sido la película con más recaudación de la historia de Asia, superando a las grandes superproducciones hollywoodienses, y ha sido tremendamente laureada. Por supuesto, Hollywood tenía que meter las manos en el filón y ya está preparando la versión americana, seguro que más pobre que la original, como ya pasara con "The Ring".

LO MEJOR: Sin duda, los efectos especiales del monstruo y el personaje interpretado por Song Kang-ho.
LO PEOR: Quizás le sobre media hora.

Para tener en cuenta.