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Luigi De Angelis rating:
10
Drama Rachel is a 35 year old school teacher who has no man in her life and lives with her mother. When a man from the big city returns and asks her out, she begins to have to make decisions about her life and where she wants it to go.
Language of the review:
  • es
April 9, 2011
11 of 12 users found this review helpful
"Quiero ser libre" es el título de otra película, sin embargo, también es una buena frase para empezar a escribir sobre "Raquel, Raquel", una película muy personal que Paul Newman dirigió mientras todavía era un actor extremadamente popular. La libertad aparece en dos sentidos muy claros: primero la libertad creativa de Paul Newman y Joanne Woodward, su mujer, para crear un proyecto pequeño pero significativo, y segundo, la libertad expresada en el argumento de la película como la necesidad de todo ser humano de escoger el rumbo de su vida.

Las virtudes de "Raquel, Raquel" son realmente admirables. En primer lugar, se aprecia con agrado la naturalidad con la que la película describe a un pueblo pequeño y genera una atmósfera sofocante. Luego, a la característica anterior le acompaña el ritmo, pues lenta y pacientemente se desarrolla una historia diminuta que es muy buena, pero cuyo propósito casi exclusivo consiste en viabilizar el desarrollo del personaje central. Además, aunque específicas en su marco temporal, las incertidumbres y la crítica que el guión plantea poseen una validez universal que trasciende límites de todo tipo y permite apreciar a esta película de más de 40 años de edad con el mismo -o quizás con mayor- entusiasmo que con el generado por una cinta de corte contemporáneo. No obstante, más allá de estas valiosas cualidades, "Raquel, Raquel" es lo que es gracias a su protagonista: Joanne Woodward.

Al igual que "Una mujer bajo la influencia", de John Cassavettes, "Raquel, Raquel" es una película provocadora e indiscutiblemente conmovedora en su manera de observar con un impresionante nivel de intimidad la lucha interna de su protagonista. Mientras en la primera Gena Rowlands manifestaba el conflicto de su personaje a través de expresiones faciales sui generis y explosiones volcánicas que terminaban en trágicos desencuentros; en "Raquel, Raquel", Joanne Woodward aparece la mayor parte del tiempo calmada, pero su conflicto está siempre presente, brillantemente interpretado por la actriz a través de un conjunto que encierra la mirada triste, el paso inseguro, la voz quebrada y todos los elementos propios de la metáfora del pájaro herido que ya no puede más, que debe volar o morir.

"Raquel, Raquel" no existiría sin Joanne Woodward, en su interpretación la actriz se convierte en la mujer reprimida que la cámara tan insistentemente estudia cuadro a cuadro. Woodward consigue el milagro de la transfiguración y la genialidad de su trabajo se aprecia en los pequeños detalles, en los momentos de introspección, en sus súbitas reacciones a las fantasías de liberación sexual y física que la persiguen a cada momento, en las escenas más fuertes (impresionante en un momento de histeria colectiva en el siniestro servicio de una iglesia evangélica) y en la impresionante naturalidad con la que lee sus líneas y se transforma en una mujer más resuelta y capaz de decidir por sí misma. Dedicada a un amigo muy sabio.
Luigi De Angelis
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