La serie tiene un punto fuerte, que es la interpretación que los actores hacen de sus personajes. Fuera de él, no hay mucho a destacar.

Se estira hasta el aburrimiento el recurso de unos paisajes desoladores, llenos de muertos en las aceras en el que unos pocos supervivientes viven su odisea con mayor o menor fortuna. Pero es que eso ya está inventado, mucho antes. Y los episodios uno tras otro ahondan en ese esquema recurrente, avanzando lentamente en un guión que siempre te da la impresión que no te va a sorprender y efectivamente es así.

Los extraterrestres, ya muy avanzada la serie, aún sólo aparecen en forma de lacayos en forma de perros metálicos que hubiesen estado bien para el primer capítulo, no para todos. Es decepcionante. Hay que tener en cuenta la carga que el título "la guerra de los mundos" tiene a sus espaldas. No hay dramatismo caótico, no efectos especiales abrumadores (ni siquiera poco abrumadores) ni nada que nos cautive. Es un "the walking dead" sin zombies y descafeinado.Se salvan las interpretaciones de Gabriel Byrne y poco más.