Buenísima e impactante puesto que todos los personajes que aparecen en la película son reales. Imaginaos el estreno de una película semejante a esta en la actualidad...pura controversia.

Esta secuela, mejor que la primera parte, tiene muchos momentos de risas y además la temática es muy de ahora. El lado oscuro lo pone Verónica Sánchez, tan inexpresiva como siempre que desentona. Lo mejor, las interpretaciones masculinas. Muy recomendable si quieres salir del cine con la sonrisa en la boca.

Con un argumento de lo más original que te matiene pegado a la butaca desde el principio, un desenlace brillante y el contraste de un Jigsaw moribundo y fuerte a la vez; esta secuela es un buen método para pasar un rato de intriga y tensión. El exceso de sangre hace que pierda elegancia, pero si has visto la primera parte no te queda remedio que continuar con la saga, que por cierto, no está mal y puede que continúe...

Los asistentes al preestreno de la película en la Facultad de CCII pudimos comprobar la buena intención de Juan Vicente a la hora de hacer la película...otra cosa son los resultados. A lo mejor por la falta de presupuesto no se hacen creíbles algunas escenas de A Golpes como la del fuego en el gimnasio, en la cual reímos a carcajadas cuando se supone que esa escena está hecha para crear tensión. Como comedia buena, como drama deja bastante que desear. Interpretaciones no del todo malas que se hacen poco creíbles al ser eclipsadas por la película, que en sí es un poco floja.

Viendo a José Corbacho en Buenafuente, pocos dirían que este personaje es capaz de hacer una película tan buena como Tapas.
Si Almodovar no fuera surrealista, simbolista y kitsch, no sería tan bueno como lo es, no sería Almodovar, pero haría películas como Tapas.
Muy buenas historias entremezcladas donde me quedo con la historia de la pareja de ancianos: tan tierna, tan trasparente, tan auténtica.