En "Con faldas y a lo loco" (1959), Billy Wilder ya nos había demostrado que detrás de una cámara, era capaz de crear cualquier obra maestra. No necesitaba un presupuesto excesivo ni grandes actores, sino simplemente imaginación y maestría. En esta película, Wilder consigue crear una frontera entre el drama y la comedia. Con "El apartamento", (galardonada con 5 premios de la academia: mejor película, mejor director, mejor guión, mejor dirección artística y mejor montaje), Wilder se instauró como uno de los grandes directores de su tiempo, seguido por otros grandes directores de su misma época: Stanley Kubrick, Charles Chaplin, Alfred Hitchcock... Ninguno de los actores de "El apartamento" ganaron ningún premio de la academia, cosa que tampoco es muy acertada, puesto que, por citar a alguno de ellos, el actor Jack Lemmon estuvo que se salía del guión, (como también en la película anteriormente mencionada, "Con faldas y a lo loco").
También hubo aspectos de la película que no se llegaron a tratar en los Oscar, como la banda sonora de la película, que también es maravillosa. La mezcla de comedia, drama y romance crea una película difícil de olvidar y que se puede visionar muchas veces sin llegar a cansar. Y esto es algo que toda gran película tiene que conseguir, que el espectador no se aburra en ningún momento del metraje, esto es, tiene que conseguir entretener.