"Titanes" ha sido una más que grata sorpresa para mí. No es una película brillante técnicamente hablando, ni pretende serlo. Sin embargo, una película de fútbol americano nunca trató menos de este deporte. El argumento es una excusa para tratar temas más profundos como el racismo exacerbado o el beneficio del trabajo en equipo. No obstante, el deporte le aporta cierta épica a todo el asunto.
Denzel Washington una vez más sublime y el reparto parece haber nacido para desempeñar estos papeles (con un joven Ryan Gosling de papel menor). Cada personaje encarna una figura inigualable que va evolucionando y en conjunto te hacen sentir parte del equipo. Yo en casa he cantado su himno previo a los encuentros (esto es cierto) y no pude evitar soltar mis lágrimas en más de una ocasión, y no soy de llanto fácil ni mucho menos.
En definitiva, decir que soy un amante del cine técnico y no explícito, pero Titanes ha sido mi pequeño consentimiento hacia este cine más pasional y directo. Una visión más que obligada tras la cual, de alguna manera, te hace sentir mejor persona.