Si de antemano se sabe que es un musical ya se está preparado.
La historia no es aquella cosa emocionante y tierna que venden otras críticas... si la hubiesen hecho los yankis sería un plomazo, pero como los personajes son interesantes zafa un poco.
Es como si la película la hubiese hecho el músico para vender su nuevo disco. Y un poco absurda... tanta pasión por la música y en lo personal queda en el histeriqueo.
Las músicas son lindas, pero no me la creí...

Parte del lema de los de abajo, habla de que la generosidad es necesidad, mientras los de arriba planean a quién se van a comer primero. Es una historia que imprime calidad y limpieza a las escenas y personajes, dónde se logra transmitir muy bien las necesidades, responsabilidades y preocupaciones de cada uno. Disfruté mucho la forma en que se expresa la imagen junto al sonido. Viva la música y el maiz...

Disfruté mucho de los detalles, tanto de la construcción de los escenarios como de cada personaje. La soledad de cada uno se hace sentir, en las descripciones y colores.
Hace pensar en los que realmente viven así por causas que no eligen. Es una película triste que hace hincapié en el amor y la falta de él.

Una historia para hacer crecer la imaginación, abrirla, entregarla, alejarla de la superproducción, e introducirnos en el misterio del bien. Nos enfrenta con las tristezas de la vida creando un ámbito para el sentimiento, el pensamiento y la esperanza. Disfruté mucho de ésta película, su naturalidad y la dulzura de Totoro.

El mundo precisa de éste tipo de películas, de tiempos más lentos, de pequeñas escenas hermosas... mucha imaginación y ternura. No le sobra nada, tanto para niños como para adultos.