Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Audrey Monroe
1 2 3 4 5 6 >>
Críticas 27
Críticas ordenadas por utilidad
3
18 de febrero de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Febrero celebra los Oscar así que, siempre me veo en la obligación moral de ver todas o gran parte de las películas que aspiran a los hombrecillos dorados hollywoodienses. El pasado domingo fuimos mi novio (aún aliviado ante mi negativa de ver 50 sombras de Grey) y yo al cine. La verdad es que nos daba lo mismo ver “Boyhood”, “La teoría del todo”, “Descifrando Enigma” o “Birdman”; habíamos escuchado excelentes críticas de todas y lo mismo nos daba, pero por cuestión de horario nos metimos a ver esta última.

A mí me encanta el cine, y disfruto viendo películas. Puede que no utilice una jerga tan elaborada y específica como otros comentaristas que parecen Boyero; pero sí se distinguir cuando una película me gusta de cuando no. Y especialmente, sé distinguir cuando noto que me están tomando el pelo. Y eso me ha pasado con Birdman.

No voy a decir que es una de las peores películas que he visto en mi vida, porque no sería justa con Springbrakers (que a día de hoy ostenta ese honor); pero sí me sentí defraudada. Tenía tantas buenas referencias de amigos, había leído tantas críticas positivas y encima tenía ese aluvión de premios y nominaciones, que la verdad es que yo me esperaba otra cosa.

Me esperaba para empezar que si la categorizan como comedia, que al menos me haga un mínimo de gracia. En la oscuridad de la sala, solo podía notar que se me ponía cara de “AQUÍ SE ESTÁN RIENDO DE MÍ” y odio que me ocurra eso.

Para seguir, me gusta notar que todos los personajes y escenas están ahí por alguna razón. El personaje de la novia de Birdman me ha parecido de lo más ridículo, no aporta nada ni sirve de enlace para nada. Aún más absurda es la escena del beso ente las dos actrices: ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cómo va a influir en el argumento? En fin, pues será otra genialidad más del director en esta película…

Tampoco me ha hecho especialmente gracia el personaje de la hija-asistente personal de Birdman que está interpretado por Emma Stone. He leído alguna crítica diciendo lo buenísima que es está actriz y lo fenomenal que está en esta película. Sí que me parece buena, (sin ponerme a echar cohetes) y considero que en Birdman no hace nada del otro jueves; sobre todo, me parece que han tocado poco la relación que tiene con su padre; la han llevado a matacaballo hasta el momento final.

No va a ser todo malo: Michael Keaton me gusta; me parece que ha hecho un buen papel pese a que la cinta sea un fraude gigante. ¿Qué si quiero que se lleve el Oscar? NO; lo hace bien, pero nada más. No es necesario decir que no me gustaría que Birdman se llevase ninguna estatuilla, ya que no lo merece.

Por último he de decir que me dormí un ratito en el cine y esa señal jamás es buena. Además me entretuve otro ratito haciendo carantoñas a mi novio en la oscuridad: yo estaba a lo mío, Birdman a lo suyo y mi novio…pues tan feliz.

LO MEJOR: Norton y Keaton
LO PEOR: El injusto bombo que se le ha prestado, Naomi Watts, Emma Stone y el plano-secuencia, ¿en serio?
Audrey Monroe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
26 de enero de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la parodia de La Hora Chanante, un Joaquín Reyes caracterizado de Isabel Coixet decía: “Sufrir… ¡anda que no mola sufrir!”
Y es así; Isabel Coixet siempre ha pecado para muchos críticos de recrearse en el dolor dándole un toque indie y gafa-pasta.

¿Y dónde está el problema?

Se vienen haciendo películas en las que la madre enferma desde el alba de los tiempos con mayor o menos fortuna. ¿Qué hay de malo en que ella dé una vuelta de tuerca a ese argumento a fin de no convertirlo en otro olvidable telefilm más de sobremesa de Antena 3?

Ann es una joven de 23 años a la que la vida le ha ido sesgando toda posibilidad de éxito. Vive en una caravana en el jardín de su madre junto a su marido Don y a sus hijas Penny y Patsy. Su padre lleva diez años en la cárcel y su madre está enfadada con el mundo. Don, casualmente, construye piscinas que ellos jamás podrán permitirse y en cuanto a Anna, trabaja como limpiadora en una universidad donde jamás podrá estudiar.

Por si fuera poco, a Ann la detectan una enfermedad incurable con una esperanza de vida de solo unos meses. Pero, y he aquí lo bonito, en vez de venirse abajo, decide disfrutar de la vida al máximo; haciendo todas las cosas que no ha podido hacer o que le quedarán por hacer.

Entre sus “Propósitos a cumplir” se encuentran:

* Decir a mis hijas que las quiero varias veces al día
* Encontrar una mujer para Don que quiera a las niñas
* Fumar y beber todo lo que quiera
* Acostarme con otro hombre para saber qué se siente
* Logar que ese hombre se enamore de mí.


Sí, estamos frente a todo un drama, pero cuando acaba, te da cierta sensación de optimismo. CONMOVEDORA

LO MEJOR: Una gran Sarah Polley, consiguiendo que apruebes sus decisiones y que la comprendas en todo momento. A destacar también las buenas actuaciones de Mark Ruffalo y Scott Speedman.

LO PEOR: Que metan a capón el personaje de la vecina-enfermera Leonor Watling.
Audrey Monroe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
23 de enero de 2015
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gigi es una risueña adolescente que vive junto a su abuela en el Paris de principios de siglo XX en un discreto apartamento. Por otra parte, Gastón es un joven heredero al que la alta sociedad le aburre soberanamente: las falsas apariencias, las falsas amistades, el falso amor, las falsas joyas.

En cambio, prefiere visitar con frecuencia a Gigi y a su abuela, que durante su juventud fue amante de su tío; un adorable playboy senior que disfruta de la vida al máximo. En casa de Gigi Gastón es feliz; puede ser él mismo y la encantadora muchachita saca siempre lo mejor de él.

Esta preciosidad de musical, muestra con ternura la vida de estos dos amigos, maquillando una triste realidad: la abuela y la tía de Gigi la instruyen para convertirse no en una buena esposa, si no en toda una buena amante profesional: la enseñan a comportarse en público, a beber vino, a comer, a elegir el puro adecuado para su hombre, a servirle café....

A ninguna de las dos mujeres se les pasa por la cabeza la posibilidad de que Gigi pueda despertar el amor de un hombre; el deseo sí, pero amor no. Eliminan el amor y el matrimonio de la ecuación y se centrar en hacer de la niña toda una auténtica cortesana. Pero, ¿y si Gigi no busca ni joyas, ni noches de casino ni copas de champagne? ¿y si busca el amor?

Para todo aquel que le guste el buen cine, no puede pasar de esta deliciosa obra de arte dirigida por el siempre genial Vicente Minelli y protagonizada por Louis Jourdan y Leslie Caron. MARAVILLOSA
Audrey Monroe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
9 de febrero de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas para una tarde de lluvia, para el invierno, para el verano y para el recuerdo. Claramente para mí esta película cumple esas dos últimas categorías.

Siempre recordaré con cariño a “Qué tal Pussycat” por lo mucho que me hacía reír, ¡Qué bien me sentía siempre después de verla! Recuerdo que siempre era verano: las ventanas estaban abiertas y la luz era tenue para no atraer a los mosquitos. Olía a césped mojado y a lo lejos se escuchaban los aspersores de mi jardín funcionando.
Ya no había clases, quedaban dos maravillosos meses de sol y verano por delante hasta volver a empezar las clases en el odioso mes de septiembre.

“Qué tal Pussycat” es una comedia romántica de humor absurdo, donde se entremezclan Woody Allen, el psicoanálisis, las infidelidades, las cantantes de ópera con mala leche, las amigas especiales de James Bond, el Existencialismo francés y un sinfín de personajes a cada cual más extravagante, que viven un montón de aventuras por las cuales Jung mataría por analizar.

Michael (Peter O’ Toole) un cínico periodista, decide poner fin a sus constantes infidelidades a su novia, acudiendo a la consulta de un psicoanalista (¿Cómo puede ser Peter Sellers tan bueno?) que está aún peor que sus pacientes.

Por su parte, su novia Carole (bellísima Romy Schneider), harta de darle siempre oportunidades, decide tontear con poquísimo éxito con el inocente y buenazo de Víctor (¿Llegó a ser Woody Allen joven alguna vez?

Junto al periodista, su psiquiatra, su novia despechada, y el amigo enamorado de su novia despechada, se les unen toda la sarta de tentaciones de Michael (la poetisa chiflada, la paracaidista ligera de ropa y la millonaria insatisfecha), la vengativa mujer del psicoanalista, el marido de la millonaria, una banda de música, un terrorista existencialista, los padres de Carole…para acabar metiéndose todos en una habitación que nada tiene que envidiar al camarote de los Hermanos Marx.

Maravillosa comedia que te hará reír hasta el final. INOLVIDABLE

Lo mejor: Todo
Lo peor: Que no haya gozado nunca del reconocimiento que se merece.
Audrey Monroe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
17 de febrero de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me molestan las críticas negativas que tiene esta novela y película sea cual sea su versión. Que haya personas (no quiero entrar ahí, pero son casi siempre hombres) que digan tan anchos que Mujercitas es una pastelada y una ñoñez sin pararse a pensar en el periodo histórico-social en el que fue escrito, es de ser muy duro de mollera

Teniendo en cuenta que en aquel entonces, que una chica supiese escribir y leer ya era un prestigio (y no siempre bien visto), ¿de qué demonios pretenden esas buenas gentes que escribiesen? No podían votar, no podían ir a la guerra, no podían hacer nada sin el permiso de sus padres o maridos; ¿de qué quieren que hablasen?

Pero vayamos a lo importante:

¡Qué recuerdos me da esta película! Allá por finales de los 90, yo, una pedante pre-adolescente, quería ser escritora como Jo.
Escribía pequeños cuentos que casualmente tenían mucho que ver con Mujercitas: ya sabéis, cuatro hermanitas, bailes de puesta de largo, amores, escarlatina… que mis pobres padres tenían que leer para complacerme.

Obvio que por aquel entonces varios matices de la película se me escapaban a los 11 años, sobre todo en cuestiones sociales de ese tiempo: la crítica de su entorno hacia los padres por haber aceptado “un niña de color” en su escuela, que no llevasen prendas de seda en respuesta a la explotación que sufrían las niñas en los talleres textiles, las primeras pinceladas del feminismo, o el movimiento filosófico Trascendentalismo.

Me encantaba la relación tan bonita que tenían las cuatro niñas (con sus peleas claro): cómo se entretenían con su “club masculino” de lectura, o con su compañía de teatro de andar por casa, y especialmente, cómo las cuatro actrices lograban tener muy buena sintonía entre ellas.

Meg era cariñosa, sensata y romántica. Jo era alocada, luchadora, inconformista y lo más importante, QUERÍA SER ESCRITORA. La dulce Beth era sencillamente taaaaaan dulce, taaaaan buena y taaaaan noble que resultaba difícil no llorar con ella. ¡Qué panzada a llorar cuando se ve su cama vacía y sus muñecas cubiertas de pétalos de rosa! Y por último, pero no menos importante, la pequeña Amy; tan celosa, caprichosa y traviesa. Dormía todas las noches con una pinza en la nariz para que cogiera una forma bonita. Yo la entendía perfectamente cuando la pobre pedía unos lápices para colorar por Navidad estando en plena Guerra Civil y con su padre en el frente; a fin de cuentas era una niña.

La película está claramente dividida en dos partes, durante la Guerra y después de ella: la infancia y madurez de las hermanas.
La primera parte es quizá más inocente y más divertida, las chicas son pequeñas y ven el mundo que las rodea con los ojos de un niño. Las dos mayores han ido a su primer baile de sociedad, aún están estudiando y surgen los primeros amores correspondidos y también los no correspondidos.
La segunda parte es más seria, las cuatro hermanas jamás volverán a estar todas juntas y parecen haber tomado caminos distintos. Tienen que aceptar que ya no son niñas y que el mundo de los mayores ya ha empezado para ellas. ¿Qué les deportará la madurez?

Las cuatro hermanitas: Jo (Winnona Ryder), Amy (Kirsten Dunst // Samantha Mathis), Beth (Claire Danes) y Meg (Trini Alvarado), están muy bien acompañadas por su madre Susan Sarandon o su carismático vecino Christian Bale.

LO MEJOR: La relación de las cuatro actrices entre ellas, la ambientación y la banda sonora

LO PEOR: Samantha Mathis resulta más sosa como Amy adulta que Kirsten Dunst como Amy niña. Gabriel Byrne siempre aparece con cara de angustia y no sé por qué pero su personaje me provoca repulsión.

MUY RECOMENDABLE
Audrey Monroe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 6 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow