¿Como hacer una crítica sin spoilers de una película de Allen?
Solo con saber que es suya ya sabemos que va a ocurrir: que vamos a pasar una hora y media inolvidable y a salir encantados con la vida aunque está esté llena de sin sabores; deseando que lleguen días lluviosos y melancólicos en su ciudad favorita y que la vida real solo es para quien no pueda aspirar a mas.
Menos mal que Woody existe porque sino habría que inventarlo, y parafraseando a Fernando Trueba, yo no creo en Dios, creo en Mr. Allen.

Creo que la primera valoración con un 1 (básicamente porque no hay un cero) merece una explicación.
Acudo al cine esperando ver (basándome en las críticas leídas) una comedia ligera con ciertos tintes sociológicos.
Reconozco que tras ver este film me vienen a la cabeza otras películas como “Bienvenido Mr. Chance”, “Rainman”, “Mejor imposible”, series como “Atípico” o personajes como Carrie de “Homeland”.
Todos ellos reflejan personajes que lidian con su manera personal, dada por sus circunstancias, de afrontar el mundo y pese a que unos resultan tiernos, otros odiosos y otros apasionantes, todos son interesantes y hacen que sus historias merezcan la pena ser vistas y acabas comprendiéndolos y hasta queriéndolos.
Sin embargo la historia de Marc enseguida pasa de dejar de interesarme a resultarme insufrible; ya no es que no le entienda a él, si no qué, y aquí creo que radica el problema, es que no entiendo porqué le secundan el resto de personajes (excepto su tía).
Tampoco me interesan ni creo que aporten nada a la historia las alucinaciones o escenas oníricas, metafóricas; del mismo modo que el final que no acabo de entender ni porque están con él quienes están con él, ni si es real o no lo es.
En fin, una profunda decepción vista la puntuación y críticas recibidas en Filaffinity, con las que generalmente suelo coincidir.

He ido a ver esta película principalmente por Sophie Marceau, de quien no veía nada desde “Reencontrar el amor” del 2014.
Aún así la cosa pintaba bien, un film noir, francés, con una buena actriz…¿que podía salir mal?
Pues todo. Una historia bienintencionada y que podía interesar queda destrozada por una pésima dirección que no sabe que está contando, una fotografía espantosa, una banda sonora desagradable que invita a salir corriendo de la sala y esporádicas escenas que parecen sacadas de un documental sobre la flora nativa y que supongo que serán la metáfora de algo que no soy capaz de imaginar.
Entre todo este desastre Sophie Marceau parece estar de pasada deseando acabar la película y que, como dice la sinopsis, el desequilibrio que pierde repentinamente su personaje no la lleve a donde deberían estar los responsables de este bodrio, que en Francia era La Bastilla, ¿no?

Si bien la primera temporada me pareció muy interesante, esta segunda se deja llevar por un exceso de maniqueísmo con la bondad de los EEUU y de la CÍA contra los corruptos gobiernos sudamericanos. Incluso el previsible final adolece de esa exaltación de las bondades de la democracia “yankee”
Por otra parte las escenas de acción están bien rodadas y es lo único que se salva en esta temporada.

Pequeñas historias que nos cuentan el día a día de personajes corrientes del Japón actual, con una mirada sincera y objetiva, sin juzgarles, tan solo nos enseñando pequeños retazos de la vida de los asiduos a este restaurante como una instantánea de un momento pasajero.
Quienes conozcan la novela gráfica no se sentirán defraudados y para quienes sea una novedad la disfrutarán como los comensales que acuden al restaurante de medianoche, siempre con agrado y con una sonrisa como postre.
Muy recomendable en su conjunto y con el añadido culinario de poder conocer alguna que otra receta de platos populares de la gente común del Japón real.