Para mí, uno de los mejores shojo que he visto y a mi parecer el mejor de esta década.
Intenso, catártico, hermoso, sublime. Desprende emociones con un acompañamiento espectacular de parte de la música clásica, es uno de esos animes que te marca y te moldea dándote una idea precisa que quería entregar el autor, una animación espectacular, cada dedo en su tecla y cada fotograma acuerdo con la música. Es un deleite visual una animación impecable, detalles hermosos y reflejos espectaculares cada vez que se mostraba el piano o cualquier instrumento más una historia hermosa, no le encuentro mas que adulaciones.

Quizá su naturaleza no sea del gusto de todos, pero es una genial obra de abstracción, abstracción de sonidos, formas, colores, que logra generar un viaje sinestésico trabajado directamente sobre el celuloide, exprimiendo el potencial audiovisual del cine desde su misma materialidad.
Escribiría más pero mejor gasten los 8 minutos viendo la obra, que es más interesante que leer cualquier cosa al respecto, suba el volumen y déjese llevar.