La premisa es tan pero tan topicazo que chirría desde el primer momento: malote se mete en problemas con narcotraficantes y los narcotraficantes en vez de ir a por él le chantajean con hacer daño a su mujer (que muy convenientemente está, ¡oh!, embarazada).

La esposa tiene seis escenas contadas y las resumo tal que así: en la primera le confiesa que le ha sido infiel, la segunda cocinando, la tercera en la prisión haciendo caso de todo lo que le está diciendo su marido, la cuarta secuestrada, la quinta cuando le amenazan con un aborto provocado y en la última... ¡sorpresote, coge un rifle y dispara a uno de los malos! cómo si esto nos hiciera olvidar la mierda de personaje clasista y sólo útil para el manpain del protagonista que se ha sacado el guionista. Además de la esposa hay otros dos personajes femeninos: una chica que le ofrece una práctica sexual al prota. a cambio de droga y una funcionaria con algo de autoridad pero... ¿por qué vamos a dejar pasar la oportunidad de que un personaje comente lo maravillosas que son sus tetas? ¡claro que sí, chicos!

En otro orden de cosas, la prisión de máxima seguridad parece más bien Saw II. Entras a una sala y hay elementos de tortura, la otra está llena de cristales por el suelo, todo muy normal, vamos.Y el director de la prisión parece sacado del videoclip de Héroe de Enrique Iglesias. I mean ¿¿¿¿¿¿???????

La dirección es terriblemente lineal y lo peor de todo es que se hace aburrida porque si dijeses que está entretenida pues le doy un cinco. Pero no, dos horas de aguantar a Vince Vaughn siendo frío pero intensito a la vez. Ay, yo no lo compro.