Lo que tiene la serie es que capta muy bien –sorprendentemente bien- eso que es la vida. Skins pieles ¿Qué hay bajo las pieles? ¿Qué son las pieles? Fina capa que separa lo que somos de lo que no somos. Es lo que se ve de lo que somos. Nuestra carta de presentación. Estar bajo su piel… ¿es un refrán? en sus zapatos… Conozcamos el universo que hay bajo (e incluyendo) una piel. Un capítulo para cada personaje. Idea majestuosa. No hay cosa en sí. O si, la hay. La vida, una vida, es el universo que gira entorno a la cosa en sí siempre friccionando con otros universos. Fricción fricción siempre fricción entre uno y otro. Pieles que se tocan, se acarician, se lastiman, se alejan, se acercan, se buscan, se repelen (se confunden, se acoplan, se disgregan). Un pibe necesita plata porque necesita urgente y está de-ses-pe-ra-do y mundodemierda llena de egoístas donde nadie hace lo que tiene que hacer y le presta plata. Todos pensando en sus forradas de nenitos bien. Y también hay un hermano que oooootra vez tiene que salir a salvar a su hermano mayor que va por ahí diciendo que nada importa y que la vida es el momento y que si él daría todo porqué no le dan todo por qué no juntan la plata de alguna puta manera y se la dan. ¿Y cuál es la vida real? ¿Cuál es la famosa sonrisa siniestra de antagonista fundido en abrazo con protagonista donde sólo la cámara es cómplice? ¿Cuál es la verdad que se escabulle entre las manos? En Skin se nos revela una única verdad: no hay una verdad a la cuál llegar. Solo hay pieles que se chocan.