Predecible, absurda, ñoña. Un video musical demasiado largo. Eso sí, los dólares salen por las orejas. Un blockbuster en toda regla. En una nueva transgresión de esa sicopática idea de llevar las situaciones al límite más extremo, pues llegan, se pasan tres pueblos y entran en el absurdo más absoluto. Giros argumentales infantiles, humor simplón, si tienes catorce años, alucinas, si has visto mucho cine, pues se te queda cara de “me toman por tonto”. Fallos por todos lados, de caras inmaculadas después de ostias por doquier, móviles rotos que parecen como nuevos y aquello de siete vidas tiene un gato…pues multiplica por doce, y un largo etc. que me dejaría con agujetas escribiendo. Pero el martillo apisonador de marketing que maneja pues le dará enormes datos de taquilla

No se ni por dónde empezar. Estoy tan estupefacto con esta majadería que no termino de creerme lo que he visto. Que semejante elenco de actores reputados se haya prestado a esta estupidez es de locos, supongo que la pasta manda teniendo en cuenta lo que se habrán gastado en efectos especiales, eso sí, de primer nivel. La historia, el desarrollo, los giros sobrepasa la imbecilidad más absoluta. Menuda coz a cualquier atisbo de conocimiento. Algunos apelan al entretenimiento, ¿de verdad? ¿está bobada? Lamentable no, lo siguiente

Un tostón...hacía muchos años que no veía algo tan pésimo, después de un primer capítulo prometedor, con sus lagunas y agujeros, pero con cierta atracción, empieza la tragedia. No hay por donde cogerla, desde la pésima línea de historia sin pies ni cabeza, donde los agujeros, lagunas e inexactitudes técnico científicas ya son mastodónticas, pasando por la horrible interpretación de una especie de malos actores de teatro barato, el segundo capítulo es nefasto interpretativamente, para terminar, por no seguir con el despropósito, con un guion de tan bajo nivel que asusta, ramplón y simplón. Terrible.
Por supuesto, por el bien de mi propia cordura, no he sido capaz de ir más allá del capítulo cuarto, después de los descomunales despropósitos de los capítulos segundo y tercero, que son un insulto a la inteligencia y el buen gusto de cualquier persona medianamente normal
Un buen tema, que además es un asunto de probabilidad real al que se le podía haber sacado mucho jugo. Y ahí tenemos a los palmeros de siempre, los supuestos críticos entendidos de parte de nuestra prensa española, que solo por ser española se ven en la obligación de hablar bien de ella. Y así nunca llegaremos, que potencial tenemos, a realizar la criba necesaria para poder realizar películas y series de calidad, más allá de algún caso esporádico que no es suficiente.