Todo nos suena en esta serie. Una vez más Inglaterra, una vez más una mansión, una vez más la vida cotidiana de ricos y pobres etc, etc, etc. Pero afortunadamente una vez más tenemos:
-Actuciones maravillosas con actores en estado de gracia. Ya no solo Maggie Smith que está soberbia sino todo el resto del elenco. Me encantan Bates y Lady Mary (por cierto, espantoso el doblaje, pierde muchísimo el personaje)
-Personajes bien definidos. Ninguno es enteramente bueno, ninguno es enteramente malo, son reales , con sus defectos, sus miserias y sus grandezas.
-Guines medidos. Son 40 minutos de historia bien contada, sin rellenos absurdos, sin tramas enrevesadas, con un ritmo pausado pero no lento.
Y, por supesto, como envoltorio perfecto están la ambientación, la fotografía, el vestuario. Como se agradece oir a personas que viven en 1914 hablar como si estuviesen en 1914 y no en 2011 .Solo con ver cinco minutos de Hispania o Águila Roja uno se sonroja.
Espero que la segunda temporada esté a la altura.

Cruda, desgarradora, sin concesiones a la galería. Es quizás una de las películas que mejor plasma la desolación y el horror que provoca una guerra, porque son justamente los más débiles y menos culpables quienes la padecen.Niños mutilados, harapientos, abandonados ... es un puñetazo es nuestras caras de sofá y palomitas.Imposible no sobrecogerse, imposible no llorar, imposible no sentir una punzada en el estómago, imposible no reflexionar sobre la naturaleza humana capaz de lo peor, pero también de lo mejor, porque en ese pueblo del horror, donde todos están heridos sea en el alma o en el cuerpo hay un espacio para la amistad, la solidaridad y la ternura. Quizás no todo esté perdido aún.

Debería ser película de obligado visionado en Institutos para que esos adolescentes caprichos y descerebrados en su mayoría, locos por la play, la ropa de marca y la moto de turno sepan lo que ocurre en el mundo y salgan de su burbuja.

Puede que no sea la mejor historia romántica, puede que no tenga el mejor guión, puede que tenga un final un poco edulcorado, puede ....Pueden ponérsele muchos peros, pero la realidad es que cada vez que la ves acabas con una sonrisa en la boca, imposible no caer rendidos ante esa maravillosa Holly magistralmente interpretada por esa deliciosa actriz que fué Audrey Hepburn, imposible no pensar que todos nosotros en algún momento encontraremos nuestro Tiffany's particular, imposible no soñar ...

Si tengo que quedarme con una película de la historia del cine que hable del amor en su estado más puro sin duda sería esta. La ambientación es maravillosa, como lo es la música, te sumerges de inmediato en esa Viena de cuento. Las interpretaciones son fantásticas. Joan Fontaine hace su mejor papel, desde la adolescente tímida que espía a su príncipe azul por la ventana, hasta la mujer sofisticada del final que sigue teniendo alma de niña. Así mismo Charles Jourdan está soberbio en su papel de vividor despreocupado. Te llega al alma y no desmerece para nada la magnífica novela de Zweig

No podía ser de otra manera, solo un grandísimo director puede rodar una película como esta. Te atrapa de principio a fin, ¿que hay en esa bodega?, ¿que pasa con esas llaves?, ¿que significa esa mirada de la suegra..?. Grant está sobervio como Devlin, ese hombre ambigüo al que aborreces y entiendes al mismo tiempo. Y Bergman, maravillosa y bellísima en su papel de mujer atormentada y despechada. Y si Hitchcock es "el mago del suspense", desde luego también lo es de las escenas de amor y aquí da buena muestra de ello con esa escena maravillosa del beso en la bodega y la del jugueteo con la oreja cuando están en el apartamento. Fantásticas escenas también las de Ingrid Bergman bajando por las escaleras llave en mano, y la de esa mirada a la taza de té...
Intriga y amor, amor e intriga.