Esta es de esas películas que deberían ver todos los niños, sin importar la fecha de nacimiento. El desarrollo de la historia pasa por la mayoría de las sensaciones y emociones que te encuentras a lo largo de la vida, desde momentos muy divertidos en los que el simpático espantapajaros y sus amigos nos hacen reir hasta momentos muy tristes en los que se sufre por ellos. A lo mejor solo es el gran recuerdo que guardo de ella, pero creo que es la línea que se debe seguir para hacer una película para niños. Y como toque personal me encantaron las canciones y el personaje de Larquirucho y creo que es la única película con la que recuerdo haber llorado.