Tardé mucho en empezar la serie pues esperaba capítulos sueltos de personajes que no evolucionan, bromas fáciles, dramas innecesarios... ¡nada más lejos de la realidad!
Ver BoJack Horseman es seguir un camino lleno de sensaciones, aprender un poco (desaprender) y disfrutar del paso de los minutos con los alegres "¡Hoorays!" de Todd Chavez y los "¡Fish!" de Princess Carolyn.
Afronta temas como la muerte y la depresión desde una perspectiva única y, considero que, bastante acertada.
Te engatusa y en ocasiones no puedes evitar decir un "BoJack, ¿cómo haces esto?", y al mismo tiempo sabes perfectamente por qué lo hace y te encuentras de golpe pensando un poquito más y concediendo la posibilidad del fallo y la crítica positiva.
Una de las mejores series que he visto y que te deja con la sensación de estar al borde de un acantilado del que sabes que no te vas a caer. Al conocer a alguien nuevo, casi me dan ganas de preguntarle: "Me parece muy bien que tengamos 300 amigos en común, ¿Pero has visto BoJack Horseman?".

La película transcurre de una manera dedicada y delicada. Te presenta esa realidad que no escribes en tu diario por las noches, los detalles que nunca te acuerdas de contar pero que al final forman casi el completo de tu día.
Mientras ves la película, casi piensas en el semáforo que esperas cada lunes, te encuentras justo de cara al "picaporte de Cortázar", aunque sin tanta imaginación por parte de nuestro protagonista, y revives el gusto de un café. Todo ello, mientras se te plantea delante una realidad que resulta, en mayor o menor medida, incómoda.
Deconstruye valores como matrimonio, cotidianidad y compromiso sin pretensión de dinamitarlos.
No es la típica película y la recomiendo.

Parece un largometraje sin un minuto de desenganche.
La música, los planos, el vestuario.. ¡sólo por eso ya quedas hipnotizado y merece la pena verla!

Pero más allá, me ha encantado como trabaja las relaciones personales entre los personajes. Muestra un tipo de apego muy sano, explicando los sentimientos de una manera clara. Que presenta la amistad, el amor, el miedo y la admiración desde diferentes puntos de vista y que, creo, podría ser un excelente modelo de conducta.
El feminismo que presenta, también me parece de lo más acertado. No se observan diferencias orgánicas entre los personajes de un género u otro y las relaciones entre los personajes de la serie son complejas sean entre mujeres u hombres.
Es un referente total y la recomiendo al 100%

Resulta casi imposible no contagiarse con la ingenuidad y locura de sus personajes. La manera en que se desarrolla la película, casi como un baile donde parece que vas a tropezarte pero al final te salvas y has realizado una actuación deliciosa. Los actores hacen una interpretación magnífica y siempre es un placer ver a Hepburn o a Grant.
La habré visto más de diez veces, pero deja una sensación que sólo se puede explicar cuando cantas "¡¡Todo te lo puedo dar, menos el amor, baby!!"

Una película que destila a Almodóvar.
Personajes que no te dejan indiferente, la película te permite casi creer que les conoces y desearles lo mejor.
La protagonista principal, en ocasiones, rozando la locura te hace plantearte tu propia cordura y lógica.
Almodóvar sabe jugar con el límite de la superficialidad y el caos sin llegar a caer en él, casi como ver a un trapecista y sufrir por que se vaya a caer pero quedar muy satisfecho cuando acaba el número.
Atrevida y vivaz, no puedo sino recomendarla.