En está película somos testigos de cómo una niña de 14 años, poco a poco se va introduciendo en el oscuro y sórdido mundo de las drogas. Comienza imitando el tatuaje del chico que le gusta y continua esnifando heroína, como el chico que le gusta. La historia transcurre en el Berlín de los 70, un Berlín frío y decadente en el que muchos jóvenes no tienen nada mejor que hacer que pincharse e ir muriendo lentamente.
Durante la película somos testigos impotentes de todas las fases por las que pasa Cristina en su descenso al infierno; desde su primera vez en la discoteca de moda, hasta su primer chute, la pérdida de su virginidad, su bonito y destructivo primer amor, las penurias por las que debe pasar una vez enganchada, la prostitución, las mentiras, el “mono”, las recaídas…todas las situaciones que hemos visto ya en muchas películas (Requiem for a dream, Diario de un rebelde, Báilame el agua, Transpotting, etc) pero que aquí se muestran de una manera directa, sin florituras y, lo que es más importante, por primera vez (no nos olvidemos que estamos hablando de una película de 1981).
Todo el reparto está muy bien escogido y en todo momento nos encontramos con adolescentes naturales y creíbles. Mención especial para la protagonista, de una belleza y estilo que ya quisieran muchas de las actrices de hoy en día. Además, nos regalan un cameo del mismísimo David Bowie, cantante favorito de Cristina, dando un concierto en la discoteca a la que va con sus amigos. El personaje más desdibujado quizás sea el de la madre, totalmente ajena al drama que está viviendo su hija hasta casi el final de la película.
Como ya comenté antes, Yo, Cristina F es una película fría, dura, sórdida, decadente, con algunas escenas no aptas para mentes sensibles (el momento de Cristina y su novio encerrados en una habitación….), en resumen, una gran película.

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Una de las últimas muestras del terror procedente de las islas británicas; una mezcla de drama familiar y terror rural que recuerda muy mucho a Cementerio Viviente (Mary Lambert), a su vez basado en el libro de Stephen King Cementerio de animales. Recuerda tanto que se podría pensar que es un remake inconfeso de dicha película. Desconozco la intención de David Keating al dirigirla, el caso es que el argumento es casi el mismo: una familia que pierde a su hija de manera trágica, se traslada a una pueblo perdido y allí la extraña comunidad de vecinos le ofrece la posibilidad de reencontrarse con su hija…pero solo durante 3 días…ellos aceptan y el lio está montado…
Entonces, si el argumento ya lo hemos visto, ¿qué es lo que aporta esta película que la pueda diferenciar de su predecesora? Mientras Cementerio Viviente era un cuento macabro con aroma a serie B, esta película se toma más en serio a sí misma y nos presenta de una manera triste y gris el drama de una familia destrozada por la muerte prematura e inesperada de uno de sus miembros. Y como éste drama les lleva a aceptar un ritual que tendrá unas consecuencias aún más trágicas. Como en toda película de terror sobrenatural, tiene que haber un tramo final con más ritmo y acción que lo que habíamos visto hasta ese momento. En este tramo nos olvidamos del drama y nos adentramos en el terror y suspense. Es un cambio coherente y bien resuelto. La tensión va increscendo lentamente durante toda la película hasta llegar a un final con susto a lo Carrie incluido, algo previsible y que rompe un poco con el tono general de la película.
Las muertes son bastante violentas y gráficas, destacando una de las primeras, especialmente desagradable y angustiosa.
Me gustó especialmente el ritual llevado a cabo para revivir a los muertos. Desde luego si el director quiso hacerlo tan elaborado para diferenciarse de Cementerio Viviente, lo ha conseguido.
Otro aspecto destacable es la banda sonora, en la mayoría de los momentos compuesta por múltiples sonidos de percusión que consiguen una atmósfera envolvente e hipnótica.
Wake Wood es una más que interesante prueba de que apropiándote del argumento de otra película y dándole un toque personal, se puede conseguir una buena película.

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Under the bed, título más que sugerente que nos teletransporta a las películas serie B de los años 80 (o por lo menos eso pretende) y que juega con el miedo universal por el que todos pasamos en los primeros años de nuestra vida, ¿Se esconde algo bajo nuestra cama? Yo me pasé una época de mi vida repitiendo incansablemente el ritual de mirar debajo de la cama antes de acostarme, cuando aún estaba la luz encendida.
La película va exactamente de lo que os estáis imaginando, ni más ni menos. Dos hermanos a los que no les llega con enfrentarse con el monstruo que hay debajo de su cama, sino que además, tienen que enfrentarse con sus incrédulos padres.
Como antes comentaba, tanto el argumento (bastante naif) y los personajes (sin mucho donde rascar) como los efectos especiales y de maquillaje (artesanales) son muy de aquella época, lo cual me parece totalmente defendible y respetable. El comienzo de la película es bastante desconcertante y misterioso, con un tono serio y oscuro que crea unas expectativas que nunca se llegan a cumplir. Porque uno de los puntos débiles de Under the Bed es su ritmo. Le cuesta mucho arrancar, y no solo porque el monstruo tarde lo suyo en hacer aparición, sino porque la historia no avanza hasta pasada la mitad de la película. Ese ritmo pausado e inquietante del comienzo está muy conseguido, pero pronto te das cuenta de que no va a ninguna parte. Así que no queda otra que esperar a una parte final apresurada, con un poco de gore y un monstruo que decepciona cuanto más lo enseñan. A todo esto le sumamos algunas incongruencias de guion bastante importantes (el comportamiento de la madrastra) y la idea (muy de los 80 también) de… como explico lo mínimo, todo vale.
Pues una pena, porque la película tiene potencial y la idea es muy golosa, pero está mal aprovechada y consigue lo que no debería conseguir ninguna película de estas características, aburrir.
(Más críticas en mi blog Mesientotenebre)

El momento ha llegado! Mi película más esperada en mucho tiempo. Entre ese pedazo de tráiler y las buenas críticas cosechadas, mis expectativas eran extremadamente altas. Vamos, que tenía todas las papeletas para salir del cine decepcionado…Y bueno, el caso es que no ha sido así, me encontré exactamente lo que esperaba, que ya es bastante.
Evil dead es un remake respetuoso, mantiene el espíritu de la original en muchos aspectos, pero varía y actualiza otros. La historia es, básicamente, la misma, sencilla y directa, la de toda la vida. Grupo de chicos aislados en una cabaña en el bosque, que van siendo poseídos uno a uno por un ente maligno que invocan involuntariamente al descubrir el Libro de los Muertos. En esta nueva versión, se añade un prólogo para introducirnos mejor en la situación y nos dan un motivo diferente por el que este grupo de amigos se reúne en la cabaña (que a su vez hace más lógico que no se vayan de allí a la primera de cambio). De esta manera aprovechan para presentar un poco a los personajes (y a las armas que cambiarán en breve de función), dándoles un poquito de profundidad (tampoco demasiada, no es necesario). A partir de este momento comienza el espectáculo, el ritmo va in crescendo, al igual que los sustos, la tensión, el agobio y, claro está, la sangre. Y cuando llega el gran final que se merece una película de estas características, entiendes porque se han gastado tantos litros y litros y litros de sangre. El Peter Jackson de Braindead, tu madre se ha comido a mi perro, estaría muy orgulloso.
Escenas como la del cutter, la del vómito o la de la ducha, están destinadas a formar parte desde ya de los grandes momentos gore en el cine. Porque no sé si lo he dicho, pero aquí hay mucho gore, gráfico y gratuito, como tiene que ser. Si te tienes que cortar un brazo con un cuchillo eléctrico, lo haces delante de la cámara, sin cortes ni elipsis remilgadas.
Algo muy de agradecer, y otro de los motivos por los que creo que se ha hecho esta película desde el respeto por el clásico original, es la casi total ausencia de efectos CGI. Viva la sangre de verdad, viva el latex!
A pesar de que sólo hay 4 muertes, las mutilaciones son tantas y variadas, que es inevitable preguntar, ¿cuál te ha gustado más? Pues yo creo que me quedo con lal de Olivia, diciéndole a su novio “que le duele la cara”. Magistral.
Alguien ha dicho por ahí que esta versión es mejor que la original… igual es un poco osada la afirmación… está claro que aquí se gana en ritmo y entretenimiento (y en sangre, claro). Hablamos de épocas, medios, presupuestos diferentes. Hay sitio para las 2 en la historia del cine, así que no me voy a mojar. Gracias a un clásico como The Evil Dead se ha podido hacer un futuro ¿clásico? como Evil Dead.

Dos consejos:
1. Evitad ver la película doblada! Putos doblajes cutres que hacen que la protagonista poseída parezca una parodia de Regan en El exorcista.
2. No veáis el tráiler 20 veces (como yo hice), porque prácticamente todas las escenas importantes salen en el (excepto el final), y claro, el efecto sorpresa… se pierde.
Además de la sangre y los sustos, también tenemos a unos actores que dan el pego, una banda sonora adecuada, una fotografía cuidada y unos efectos especiales y de maquillaje magníficos.

La película mainstream serie B del año.

Más críticas en mi blog!

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