Independientemente del tema de los errores (o maldad) en los médicos y el sistema sanitario, la crítica de esta serie es exclusivamente sobre el producto en sí: guion, realización. actuaciones, dirección,... Veo muchas críticas sobre medicina y médicos y no creo que sean relevantes en el hecho de opinar sobre una serie.

Lo que destroza la serie de principio a fin es la dirección. La directora, Kim So-yong, será una figura importante en el cine independiente coreano (que tampoco es que sea como para hacerle fiestas), pero su capacidad demostrada en la dirección de esta seria deja mucho que desear. El guion está bien y las actuaciones de Alec Baldwin y Christian Slater son impecable; aunque destaca desde mi punto de vita la interpretación de Joshua Jackson como el "malo", dándole una personalidad y un trasfondo a su papel de una forma impresionante.

Pero la dirección, que es un pieza clave a la hora de contar la historia, es nefasta. Y no solo hablo de los continuos y más que desordenados flashbacks, me refiero a todo. La forma en que se cuenta la historia es incoherente y desordenada. En un momento estamos en la universidad y el tipo es abstemio y un par de capítulos más tarde vende droga y es un yonki en esa misma época. Salen personajes que parecen clave para desaparecer para siempre tras cinco minutos (en el capítulo 7 de 8 aparece su novia de la universidad y nos la muestra como una pieza clave en la historia, sin habérnosla enseñado antes y desaparece para siempre tras cinco minutos de interpretación). Los personajes actúan de forma incomprensible: unas veces le odian a muerte, otras le toleran, otras le adoran; ahora son relevantes, ahora insignificantes en la trama y todo sin explicación. Un despropósito.

La historia es interesante y yo mismo la vi de principio a fin; pero solo para conocer más del caso, no la disfruté lo más mínimo.

En resumen, una oportunidad desperdiciada de relatar un hecho real bastante interesante. Personalmente no la recomiendo.

Una película que merece la pena ver; lo que, entre la inmensa cantidad de basura que se produce hoy en día, no es poco decir.

La excusa de "basada en hechos reales" no le quita imaginación al guion, solo es eso, una "excusa" que incluso aporta cierto interés a la trama. Christian Bale destaca como lo que es, uno de los mejores actores de todos los tiempos. En mi opinión, sus compañeros Margot Robbie y John David Washington no realizan un trabajo demasiado bueno, sin que tampoco se pueda señalar como malas sus actuaciones; simplemente no cambian apenas de expresión en toda la película, independientemente de si están en la Primera Guerra Mundial, en un psiquiátrico o en una especie de comuna hippie de Ámsterdam.

Lo más destacable de la cinta, además de la actuación de Bale, es la dirección, fotografía y montaje. Son innovadores y realmente hacen de la película algo digno de ver hasta el final y disfrutar con ello.

Obviamente, en los tiempos que corren, el denominado "virus woke" infecta la trama, pero no dejándola con una enfermedad terminal, sus "inclusiones" son completamente orgánicas, no así sus ya cansinos discursos estándar (si sale una mujer debe decir varias veces lo oprimida que está, si es de otra raza igual, etc.), que aunque están presentes, no llegan a ser lo cansinos que suelen.

En definitiva, recomiendo esta película. Merece la pena verla y personalmente la he disfrutado bastante.