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Críticas de FERNANDO
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Críticas 10
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
4 de julio de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Henry Hathaway es un clásico director del género de aventuras que ha pasado por diferentes estudios en las décadas del 30 y 40. En este western alcanza encomiable madurez en sus medios cinematográficos, fruto de su experiencia y talento. Su dinamismo narrativo y escénico, la excelente dirección de actores, la acción constante y creciente intercalada con remansos apacibles de sus protagonistas, el guion cinematográfico casi sin fallas, una puesta en escena convincente y verosímil, así como ciertos elementos constantes de sus películas como la violencia, el desarrollo psicológico y emotivo de sus protagonistas con acertadas notas de humor, configuran un estilo que capta y domina la atención del espectador, a saber en este muy buen western(From hell to Texas).
Tod Lohman(Don Murray), un vaquero delgado e ingenuo, mata accidentalmente al hijo del poderoso terrateniente Hunter Boyd(R.G:Armstrong), quien busca vengarse persiguiéndolo implacablemente a lo largo de toda la historia, aunque imponiendo condiciones inexplicables como devolverle su caballo muerto por su hijo menor(Dennis Hopper) y darle 4 horas de ventaja para que huya a otro pueblo. Tod recibe la protección de Amos Bradley(Chill Wills) y termina enamorándose de su hija Juanita(Diane Varsi). La acción y la violencia trepidantes desarrollan la historia capturando la atención en la hora y media de duración. Tod se niega a usar la violencia por sus principios morales inculcados por su madre y la biblia que lleva siempre consigo, pero, como tema recurrente en muchos westerns, las circunstancias lo obligan a defenderse y reaccionar atinadamente con su rifle, su puntería y su instinto de supervivencia. El final es insólito, pero creíble: los personajes principales y secundarios han sufrido una evolución vital que implica un desarrollo positivo de su personalidad, asimilando la experiencia vivida como una gran lecciòn de vida. Absolutamente recomendable ver este western intenso y reflexivo al mismo tiempo.
FERNANDO
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8
16 de junio de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impecable western de Henry Levin, con muy buen guion, escenarios muy bien escogidos, música adecuada y sorprendente puesta en escena de excelente manejo, tanto de los actores principales Jack Palance y Anthony Perkins, actores de gran talla física(1,93 y 1,88 mts respectivamente)y profesional, como de los variopintos actores secundarios, Neville Brand y Lee Van Cleef, por ejemplo, en sus papeles de villanos.
Este es un western con reminiscencias freudianas, tanto por su enfoque del pasado que explica los hechos del presente como por la relación inicial padre-hijo de Jacob Wade(Jack Palance) y Riley(Anthony Perkins), que podría interpretarse como un complejo de Edipo que sufre el hijo, su rechazo agresivo y verbal-irónico hacia su padre, culpándolo por la muerte de la madre añorada. El único bien que guarda en sus bolsillos es la foto de ella, abandonada por el padre, un pistolero redimido con problemas de conciencia, que la abandonó hace más de 10 años y regresa a buscarla, sin saber que ella se ha suicidado arrojándose al fondo de un barranco. Riley hubiera preferido la muerte del padre por la de ella y así se lo hace saber.
Este drama de conciencia del pistolero que intenta rehabilitarse(tópico muy común al western) se acentúa aún más cuando intenta preocuparse del hijo y recibe el desafecto de este, tanto como la resistencia del pueblo en donde vivió. Su único refugio es el único personaje femenino Ada, antigua compañera, quien develará, en el desarrollo de la trama, la búsqueda de la verdad con vistas a superar el complejo freudiano. Es ilustrativo al respecto la primera vez que Perkins llama padre a Palance, tras enfrentarse y eliminar a miembros de su antigua banda de forajidos.
Otro gran valor cinematogáfico es la elección de escenarios abruptos, escarpados, duros, agresivos y el domar caballos salvajes como acción recia y fuerte de los personajes principales. Excelentes estrategias de acercamiento, despliegue y captura de los briosos corceles puesta al servicio del entramado fílmico, todo ello, en colores blanco y negro que otorgan mayor tono enfático y armonioso con la historia. La dureza de los rasgos físicos de los rostros de Jack Palance y Neville Brand(ex boxeadores en la vida real) expuestos en primerísimos planos contrasta con los planes generales panorámicos de los escenarios mostrados.
Este es un western donde las referencias constantes al pasado motivan la conducta de los personajes en el presente que intentan crear: la vida de Jacob Wade, la de la madre, del niño Perkins, de las hazañas de los pistoleros, la de Ada y su padre, la de King, Faro, Lon, Willie, y demás personajes muy conocidos entre sí. Henry Levin se revela como un excelente director de actores en este raro western para un realizador clásico hollywoodense, cuya mejor película está muy alejada de esta: 20,000 leguas de viaje submarino, la adaptación cinematográfica de la novela de Julio Verne.
FERNANDO
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8
1 de junio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western psicológico del clásico Henry King, a color, con guión adaptado de Philip Yordan. Desde las primeras imágenes, en planos panorámicos que aprovechan muy bien el formato cinemascope, disfrutamos de este cineasta paisajista, que elige exteriores con instinto y sapiencia. Jim Douglas(Peck)cabalga 160 kilómetros por inteminables llanuras hacia un pueblo llamado Río Arriba, en la frontera con México, hasta que es detenido por el sherif en el paso San Marcos. Por fin, llega al pueblo para identificar la justicia con su venganza personal: presenciar el ajusticiamiento en la horca de 4 forajidos, que, para él, han violado y asesinado a su esposa; sin embargo, para los ciudadanos del pueblo, serán ahorcados por el frustrado asalto al banco local.
La fuerza y la energía de este western violento, duro, tenso, devienen tanto de la influencia de los diferentes paisajes y escenarios sobre los variados protagonistas, así como estos se muestran muy sensibles a ellos: en la prisión, por ejemplo, cuando Peck conoce uno a uno a los bandidos condenados; o en las ventanas del hotel, mientras la hora del ajusticiamiento se acerca; en la enorme iglesia catedral del pueblo con los niños cantores de Morelia, que despliega a todos los personajes en el relato narrativo. Otros ejemplos de este mutuo condicionamiento paisajes-protagonistas, se dan en el escape y la persecución de los forajidos, los planos generales que muestran la estrategia para capturar y eliminar a dos de los 4 personajes fuera de la ley, la incansable y feroz persecución en búsqueda de venganza personal más allá de la frontera y hasta la constatación de la cruda verdad: Jim Douglas, no hizo justicia, sino venganza personal equivocada.
La evolución psicológica del personaje principal sostiene todo el desarrrollo narrativo. De un inicial comportamiento hierático, duro, implacable, justificado en la certidumbre de la venganza de su cónyuge a riesgo de casi abandonar a su pequeña hija, Peck llega a convertirse en un personaje con un terrible dilema ético o moral: la justicia jamás se identifica con la venganza personal y deviene el arrepentimiento al que se consagra con las escenas religiosas y el restablecimiento de padre responsable con su hija, así como el reencuentro amoroso con Josefa(esplendorosa Joan Collins).
Un western psicológico sólido, con personajes convincentes y acertada dirección de actores principales y secundarios de relieve como los miembros de la banda y la dureza reflejada en sus rostros. Henry Silva, Lee Van Cleef y Albert Salmi se especializaron en esos papeles de bandidos fascinerosos, mientras Stephen Boyd fue un habitual protagonista de grandes producciones de estudios.
Interesante y aceptable western, totalmente recomendable y digno de verse para los amantes de las películas del oeste
FERNANDO
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6
26 de mayo de 2017
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Western de serie B, producido y distribuido por United Artists, la compañía fundada en 1919 por Chaplin, Pickford, Fairbanks y David Wark Griffith para controlar sus intereses al margen de Hollywood. Basada en la novela Showdown creek de Lucas Todd, aborda un tema recurrente en la tradición del western: un pistolero, tras cumplir su condena por asesinato, intenta abandonar las armas para regenerarse, integrarse y arraigarse socialmente en su pueblo de origen Showdown creek. La cima o top para dicho tema la encontramos en Johnny Guitar, un western feérico de Nicholas Ray, cuyo protagonista Johnny Logan(Sterling Hayden), deja las pistolas y las cambia por una guitarra(Johnny Guitar).
Desde la primera escena y en plano/contraplano, Oswald presenta al protagonista Brock Mitchell(John Derek), quien sale de prisión y a su antagonista Day Deasy, un poderoso abogado, capaz de manipular a cualquier ciudadano del pueblo, para cobrar venganza por la muerte de su hermano menor Sim Deasy a manos del pistolero, quien es provocado y visto como un ser violento, explosivo, irredimible. Oswald acentúa en diferentes tonos estos conceptos a lo largo del film apoyándose en unos jovencísimos John Derek, John Smith y Nick Adams, quienes logran sacar adelante este film sin muchas pretensiones ni disquisiciones filosóficas. La tensión dramática, el ritmo cinematográfico y la música poco elaborada están bien enfocadas en el desarrollo del guion basado en una novela de época y, aunque obra menor, cumple su cometido de mantenernos interesados en el relato de las imágenes. Smith y Adams, como actores secundarios, alcanzarían una carrera televisiva muy conocida. Sobre Derek, sabemos que los estudios intentaron convertirlo en una gran estrella, pero no dio la talla para tanto. Estimable western para disfrutarlo y pasarla bien
FERNANDO
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7
6 de enero de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vaquero a gobernador, de gobernador a presidente es la frase que suelta Lat Evans(Don Murray)al recibir la propuesta de postular al senado. Refleja las metas y las ambiciones polìticas de un vaquero muy simple que llega a un pueblo del oeste. Conoce e interactúa con una gama diversa de personajes hasta materializarlas. Se relaciona con una mujerzuela(Lee Remick), quien lo cuida en su casa cuando ha sido herido y le presta dinero para establecerse. Ella es la mujer de Richard Egan, excelente antagonista de westerns clásicos, el poderoso del pueblo. Este triángulo romántico subyace a lo largo de la historia y determina la acción narrativa dinámica y visualizada en formato Cinemascope y muy buena fotografía en colores. No obstante, la relación entre los protagonistas(Don Murray y Lee Remick) no es presentada como una gran pasión amorosa, se ayudan mutuamente, pero allí termina casi todo entre los dos. El hace fortuna, se casa con la hija del hacendado, sigue su camino por otro rumbo distinto al de ella. Y he aquí la gran incongruencia de la historia: Don Murray se pelea con Richard Egan que molió a golpes a Lee Remick en la calle principal del pueblo cubierta de barro en una escena violenta y cruel cuando su vínculo sentimental con ella era muy débil y él estaba casado con otra. Richard Fleischer, director de Barrabás, su mejor película, y De Viaje fantástico, 20,000 leguas de viaje submarino, Dr. Doolittle, entre otros grandes aportes a su filmografía, compone un digno de verse western clásico y entretenido, basado en una novela, con personajes sólidos, muy verosímiles y bien dirigidos. Totalmente recomendable
FERNANDO
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