Fusión perfecta entre el arte de lo inmediato, de la belleza del instante, y el desarrollo de una historia profundamente humana. Excelente banda sonora, perfectamente harmonizada en unas imágenes de gran belleza. Sensibilidad que como ocurre a menudo pasará desapercibida para la ceguera poética del consumismo habitual del cine como industria. Un cuento de hadas contemporáneo que posiblemente pertenezca a un género no establecido y poco digerible para mentes que pertenecen un siglo de prisas, velocidades, escepticismo, materialismo y eficacia. Imprescindible.

Perfecta unión entre la imagen y el espíritu de la obra; la belleza del paisaje, los colores del sol, la tierra, la piel, los sonidos, la melodía, la poesía visual, la poesía de lo inmediato... todo ello hace innecesario una mayor complicación en la trama argumental. Un intento exitoso de fundamentar el desarrollo de una historia no en el guion sino en la luz y las sensaciones. Todo ello describe un mundo que pasará desapercibido a las personas con escasa o nula capacidad de percepción de la poesía de lo inmediato y natural. Una obra maestra.