Nos encontramos ante otra obra creación del controvertido J.J.Abrams, con un guión altamente sorprendente para cualquier público al igual que la infumable historia de la isla de Perdidos. Aunque en Fringe el argumento principal está mucho mejor llevado.

En la serie podemos distinguir claramente la dinámica de los 10 primeros capítulos de la 1ª temporada. Hasta aquí la serie va danto tumbos sin encontrar bien su sitio: diálogos superfluos, argumentos que no se sostienen o intentos en todos los capítulos de dar la vuelta al argumento a última hora, que ya no pillan a nadie por sorpresa.

Eso sí, a partir del capítulo 11 la serie arranca realmente con lo que es la historia principal y se hace mucho más interesante. Pero sigue pecando, cada vez que meten un capítulo de relleno, de sosa.

En cuanto a los personajes, Peter Bishop te crea unas enormes espectativas que luego no llega a cumplir ni de lejos. En cambio Walter es realmente el alma de esta serie, es un personaje sin el cual la serie no valdría nada y está especialmente bien interpretado por John Noble. Los demás sencillamente cumplen.

En general me ha gustado, pero su gran defecto para mi gusto es que una serie de este corte no debería ir dirigida a adolescentes con poca capacidad de atención y una enorme escasez de cultura. Si fuera algo más madura y más enfocada para adultos, esta serie podría haberse convertido en una obra de culto.

Una película muy bien rodada, con una idea muy buena y un protagonista que está espectacular todo el metraje. Por desgracia tiene "eso" que hace que, en general, no me guste el cine español: una montaña de actores de reparto que no hay quien se los crea. Exceptuando a los 3 personajes principales, el resto de actuaciones están a la altura de "Al salir de clase" y pueden estropear la película entera.
He de decir que aún así salí contento del cine porque el guión y la dirección están bastante bien. Pero, de toda la película, me quedo con Luis Tosar que es un fenómeno y es de lo poquito bueno que hay en el cine español. Sin él, esta película sería otra más en la interminable lista de estrenos mediocres con que nos deleitan a diario las salas de cine.

Está claro que la película está excelentemente bien rodada y dirigida. No hay duda de que es una gran obra de arte. Sin embargo toda la magia y la atmósfera que el director crea para los espectadores se desvanecerse y te vuelve a poner los pies en la tierra cuando la actuación de esa (insustancial, anodina, pueril ...) Carey Mulligan te despierta de un bofetón en la cara. Cuando detalles así te sacan de la película y te recuerdan que todas las emociones que te transmite la película son falsas, para mí pierde todo lo ganado y se queda simplemente en la suma de las partes, que por otro lado no es poco.
También tengo que decir que la banda sonora no me gustó nada. En mi opinión no ayuda mucho a crear la atmósfera que da la tónica general de la película.
A pesar de todo, en general, me gustó mucho y se la recomiendo a cualquier amante del buen cine.

Ayer vi esta película en el cine en 3D porque me habían dicho que merecía la pena verla en 3D, y es verdad. Visualmente es una maravilla, con el (probablemente) mejor 3D que he visto en una película. La historia es sencilla pero está bien contada y me parece muy interesante el planteamiento, que se aleja un poco del cine convencional. En fin, tiene todas las papeletas para ser una de mis películas favoritas de este año.

Y entonces llegó ella.

Sandra Bullock insistía en romperme cada momento de la película en que salía en primer plano poniendo esas caras que no sabes si está sufriendo, si está contenta o contrariada. Cada vez que arqueaba las cejas me daban unos escalofríos que me sacaba de toda la atmósfera de la peli (y nunca mejor dicho, jeje) y sólo podía pensar "¿¿pero por qué le siguen dando pelis a esta tía??".

En fin, mi consejo es que intentéis mirar para otro lado cada vez que esté Sandra en primer plano si queréis disfrutar de una película que está hecha para sentarte, sumergirte y disfrutarla. Yo no pude ...