Encantadora película sobre la capacidad colosal del sentimiento puro. En mi opinión, una de las tragedias del amor más bellas y dulces que pueden verse en la gran pantalla.
En su pequeñez es infinita.


'Mientras tantas voces y tantos rostros caminan despacio por las blancas calles de un pueblo nacarado por la gracia de la natividad, dos pequeñas almas se hacen grande al encontrarse frente a frente junto a un lago que los acuna entre nanas encantadas, y que tantas veces hace de casa sagrada en la que se celebra la victoria del sueño frente al grisáceo cielo de los días, portando a sus hombros la pesada carga de la dulzura del mundo que los observa de soslayo con burla, envidia y desdén.

Entre promesas y juegos fantásticos sendos amantes van cultivando los susurros y las sonrisas que recogen en sí mismos la vastedad de la grata experiencia humana toda ella, como la semilla de mil rosas que florecerán en medio de los vientos glaciares del invierno o entre amarillos fuegos solares del desierto.

Cuando todo al frente se vuelve exorbitante no queda más que dar un paso atrás y contemplar enmudecido la luz ajena de los días, transformados todos en domingo, y descubrir cada mundo nuevo que aparece como una estrella fugaz tras la dulce sonrisilla de la pequeña musa helénica.

... Sigue en spoiler ...

En un viaje aparentemente vacuo y desanimado hacia ningún sitio en particular, un hombre de mediana edad existencialmente perdido encuentra por casualidad un pequeño destino en el que logra resguardarse de su profunda inquietud interior y, es entonces que, a su búsqueda personal, se le vincula la búsqueda particular de una pequeña niña encantadoramente seria. Ambos intentarán hallar algo que se oculta a plena vista, entre la muchedumbre y el asfalto.

'Qué buscas entre tanto ruido, aunque sólo quieras silencio, entre tantos colores aunque todo parezca ser gris. La nada que habita tu seno se confunde con la ternura de una inocencia que es ella sola sin tener que explicarse ni buscar en las afueras. Buscas algo que no se encuentra cuando buscas tu identidad.
En el fondo tan sólo deseas ser quien tú eres, aunque no puedas reconocer los ojos del espejo, ni la sonrisa de la foto.'

Grandioso ejemplo del lirismo mágico que emana del aura de la musa, mitad mujer, mitad niña eterna, que no es sólo carne sino esencia del éter que parece materializarse en cuerpo y alma humana femenina, y se inscribe en un lugar apartado del tiempo a través de su belleza derramada en la obra del artista hechizado.

Magnífico consuelo para el alma desconsolada por un amor que no llega nunca o que se muestra inalcanzable.
Aunque no sea más que un sueño...

'Observo su retrato, y siento el mundo desvanecerse entre mis manos; la verdad del cosmos se escapa junto a la inspiración de un sueño mágico. En sus ojos contemplo como mi vida de deshace en mil formas, y allí me quedo, tan quieto como siento al mundo, tan arrebatado de belleza. Es el error que ha cometido el tiempo.
Es el llanto encantado de dos amantes que no se encontrarán jamás.'