The Artist es un perfecto ejercicio para un estudiante de primero de Comunicación Audiovisual, que, a falta de nuevas ideas, se dedica a hacer la gracia de copiar el estilo antiguo de hacer una película. El guion es una auténtica tontería, sin ningún tipo de lectura y estéticamente no aporta nada nuevo, sólo copia lo que hace años superamos.

Pero, está bien, aceptemos The Artist como película admirable, pero entonces ¿por qué no volvemos a las cavernas y también nos ponemos a comer la carne cruda? Está claro que, si esta película se ha llevado tantos premios es porque los que se los dan son unos cavernícolas.

¿"Man of Steel" es estridente? Sí. ¿Apoteósica hasta la saciedad? Sí. ¿Brutal? Sí. Quien critique por esto a "Man of Steel" es que no se ha enterado de qué va la cosa. Esta versión de Nolan y Snyder lleva el ADN de Superman en todos sus elementos: estridencia, apoteosis y brutalidad extrema. No podía ser de otra forma. Ahora el personaje es una pieza más de una historia mucho más grande. Por fin, una película donde tratan al personaje por lo que precisamente es: un alien. Y por fin dejamos de una vez por todas el artificio y el truco fácil y se nos muestra la vida del superhéroe de una forma profunda.Si no habríamos vuelto a lo mismo, a ver una mera marioneta voladora que va de aquí para allá con un traje hortera. Sí, hortera, muy a pesar de los nostálgicos.

La verdad es que al salir del cine me he sentido un poco decepcionado con Won Kar Wai. Hasta ahora sus películas eran impecables con historias cautivadoras e imágenes preciosas. The Grandmaster tiene partes interesantes y partes soberanamente aburridas. Y desde el punto de vista técnico deja bastante que desear. Cámaras lentas simuladas, montaje a trompicones, la excelente dirección de fotografía que era algo que caracterizaba a las películas de Won Kar se esfuma como si nada, con planos fuera de foco y otros con un ISO tan alto que casi parecen grabados con un iPhone del ruido que tienen.

Qué decepción ver cómo la trama evoluciona sin mucha sorpresa hasta convertirse en una auténtica copia mala de The Bourne Identity.

Por cierto, para el director o el montador o el que fuera responsable: no hay cosa que quede más CUTRE CON MAYÚSCULAS que acelerar las persecuciones en el Avid/FinalCut/programadeediciónqueuséis para que parezcan más trepidantes. REPITO, QUÉ CUTRE... aunque a lo mejor es que contrataron al montador de Benni Hill, quién sabe.

Debido a los personajes entrevistados, el documental se queda un poco en tierra de nadie. Son personajes muy cerrados y casi nada expresivos. No es posible llegar al fondo humano de la historia, se queda en un reportaje de los hechos.