Siempre me gustaron las películas raras. Muchas de ellas (la mayoría) tienen su ángel, que es a la vez de la guarda y vengador de las grandes producciones. Por eso me senté a ver Primer. Lo de los viajes al pasado o al futuro son una temática muy bien tocada en el cine y también muy mal. Primer es un mal ejemplo.
Opino que el que te lo cuenta tiene que mantener una cierta atención del espectador, un orden temporal estudiado, un suspense, informarte de motivos, de efectos, de contextos, de situaciones paralelas, exponer las relaciones de los personajes, de sus psicologías, intereses..., cosas así, que se cuentan en el cine con palabras, imágenes, sonidos, interpretaciones...etc.
En Primer hay una especie de lavadora de carga superior, volcada y ahí entra y sale gente en unos tiempos indeterminados por el guión. No interesa lo que pasa y si ocurre algo no se explican causas ni efectos, ni en qué tiempo se originaron, aunque siempre se supone que fue pasado.
Como espectador me interesa muy poco si es de bajo presupuesto o si ha pasado el guión con una impresora láser o de inyección, o si el reparto es amigo o enemigo, o si parió la prima del montador.
Por estas cosas no me interesó Primer. Admiro a esos suprahombres que la valoran tanto por causas ignotas para mí y que se muestran tan comprensivos con lo que le costó o lo que no le costó al pobre Carruth poner un fin en su obra, y que al mismo tiempo fustigan a una indeterminada chusma que no vemos apetecibles los ríos leche y miel de los que "ellos" se alimentan. Quien escribe es mucho más egoísta y si pierdo un par de horas por una peli sólo me fijo en detallitos si me gusta, y Primer no me gustó y tampoco el trabajo de Carruth, que me he quedado con su cara.

Un buen guión, dos interpretaciones de dos estrellas y un inmenso Mankiewicz dirigiéndolo todo. Para hacer una película se necesitan muchas cosas, pero si disponemos de estas 3, el resultado siempre es espectacular. La huella es una gran película.

Un buen film de acción con un bueno desmotivado al que un malo (coinciden varios malos y con intereses distintos) le pone las pilas sin contemplaciones. Interesa saber si al final, el bueno de Bruce conseguirá su objetivo, porque el caso es que se lo ponen fatal entre unos y otros. Es una fórmula bastante usada por el cine de acción, pero que en Hostage se ha resuelto muy bien, a mi parecer.

Bruce Willis se mueve a sus anchas en su medio más natural, interpretando un personaje un poquito menos chulesco que de costumbre y un poco más maduro.

Todo esto te atrapa y te hace pasar un buen rato de cine.

Historia filmada con la maravillosa subjetividad de Luc Besson. Sin esa subjetividad este film quizá podría haber sido firmado por el National Geographic.

Gracias a Luc Besson nos podemos sumergir en una historia que es contada fundamentalmente a través de unas imágenes perfectamente fusionadas con las actitudes e interpretaciones de sus personajes, que buscan y dosifican el oxígeno tanto fuera, como dentro del Gran Azul. Una historia humana de competición deportiva y también de lucha por la vida. En mi opinión una historia maravillosamente contada.

Una peli más que pretende epatar a un público intelectualoide con unas matemáticas aplicadas al servicio de la bolsa y cuyos propósitos infinitos acaban en una solución muy determinada, el 0, la nada. Ver pi produce el efecto de contar ovejas. Así que ni me ha desbordado, ni me ha interesado, ni me gustan las pelis en b/n en el siglo XXI... la banda sonora es lo que menos molesta. Muy mala en mi opinión.