Hacía mucho que no me decepcionaba tanto una película. Quizás desde que vi Up. No entiendo lo exageradamente sobrevalorada que está (lo mismo que Up, vaya). Sigo viendo películas de Pixar porque sé que saben hacer buenas películas de animación para adultos (Wall-e como el mejor de los ejemplos), pero no hago más que acumular decepciones. Si bien la idea de Inside Out es buena, la película en sí es excesivamente infantil. Una hora y media de aventuras absurdas y repetitivas sin ningún tipo de guión. Excesivamente infantil para adultos, demasiado compleja para niños. Realmente no acabo de ver a quien va dirigida. Si la película en lugar de hora y media durase solo media hora, o si se hubieran preocupado por desarrollar un guión a la altura, probablemente estaría escribiendo otra cosa. Pero no es el caso. El caso es que en mi opinión a los de Pixar les ha salido una de las peores películas hasta la fecha y no acabo de entender el motivo de las buenísimas críticas que está recibiendo. Llamadme rara.

Pues... sin más.

Está bien que haya directores que apuesten por salirse un poco de lo establecido. Hacer una película en 2011 y volver al cine clásico, mudo y en blanco y negro, tiene su encanto, no nos vamos a engañar. Como idea me gusta, pero como película... pues en mi opinión se queda corta. La trama no es nada que no hayamos visto antes (tristemente me recuerda en exceso a Singin' in the Rain, salvando las distancias por supuesto), y las interpretaciones tampoco me acaban de convencer del todo (la verdad es que no entiendo el Óscar a Dujardin por la interpretación).

Eso sí, hay algo de esta película que me ha maravillado, y son esos dos momentos en los que el cine clásico y el cine moderno se han unido por unos segundos. El primero de ellos, el sueño en el que George Valentin escucha todos los sonidos de su entorno, y él, desesperado, es incapaz de emitir sonido alguno. Un poco pretendiendo reflejar ese momento de transición del cine mudo al sonido. Y por último, la escena final en la que Valentin se despide diciendo sus dos únicas palabras en la película, como pretendiendo representar su adaptación al cine hablado. El final de una transición.

Le doy un 6 por la idea, interesante. Pero como película, personalmente la considero una película de ver una vez y no más.