Quizás por pre conceptos propios, mala información de la gente que me la recomendó, o simplemente porque el director quiso que fuese así, pero yo esperaba ver un thriller de suspenso y acción, y no me dí cuenta de mi error hasta bastante entrada la película.

A partir del momento en que descubrí de qué iba la cosa, solo me dediqué a disfrutarla a pleno.
Es que los primeros minutos de persecusión y acción, sumados al planteo inicial de espionaje y traiciones, hace que uno espere ver una intrincada trama de idas y vueltas, más persecusiones y una verdadera guerra psicológica entre los protagonistas.

Sin embargo con lo que me encontré es con un drama en el que lo que importa es la relación que se plantea entre los protagonistas, a pesar de la trama de espionaje internacional en la que ellos se encuentran envueltos.
Esta relación, que se plantea como enemistad en un principio, y luego recelo mutuo, para ir desarrollándose a lo largo de toda la trama, es la que sostiene a la película por completo.
No habría sido posible de no haber sido por el buen planteo de los personajes (un ex policía ambicioso pero algo torpe y un espía bastante frío pero a la vez muy humano), basados en una excelente actuación de ambos actores y la química existente entre ambos.

Muy recomendable, sin dudas. El cine coreano tiene unas cuantas joyas recientes en su haber.

Sigo en spoiler...

Paddy Considine pone los pelos de punta desde el primer momento en que aparece en pantalla.
Él es el alma de la película, pero no el todo. El todo lo arman las geniales y naturales actuaciones del resto del elenco y la banda sonora (llamativamente melancólica por momentos, y solemne en otros).
Yo pensaba que éste tipo de películas solo podían ser bien hechas en países del sol naciente, pero del país donde raramente se lo ve salió ésta película.

Una historia de venganza estupendamente bien llevada.

Quiero centrar mi crítica en uno de los puntos más flojos que le encontré a "Los Vengadores".

A mi gusto, uno de los defectos más grandes de ésta película, es su villano, Loki. Y no lo digo porque tenga algo que objetarle a la muy buena interpretación de Tom Hiddleston, sino más bien creo que el problema del personaje radica en su concepción.

He leído alguna vez que en el mundo del manga de lucha (si se me permite la comparación por un momento, aunque la película esté basada en un comic), una historia es tan fuerte como lo sea su villano de turno, y en la dificultad que encuentre el héroe de la misma para derroterle.

En Los Vengadores, Loki está muy desdibujado.
Por momentos se lo pinta como un (casi) dios desquiciado, completamente loco por la ambición de poder y sin demasiadas pretensiones más que la de hacer un poco de desastres en la Tierra y de paso, gobernar a sus pobladores (vaya uno a saber con qué propósito, porque si somos sinceros, no creo que tengamos mucho valor comercial, político ni armamentístico en el contexto intergaláctico).
Pero también está la otra cara del personaje, la de un villano al que su (casi) hermano le mete miedo (sí señores, a Loki le quedan los testículos de moño cuando Thor lo mira fijo) y que cuando, a su turno, a cada uno de Los Vengadores le toca atenderlo a golpes, no encuentran demasiada dificultad en darle pa' que tenga.

Está bien. Entiendo que la ambigüedad del villano pueda ser planteada a propósito, como queriendo plasmar los delirios de grandeza de un malo que tiene que recurrir a un ejército de otra galaxia para hacerle guerra a los humanos. Pero me quedó la sensación de que Loki no era un desafío para los protagonistas.

Adaptando y aplicando la máxima que cité al principio, a mi parecer la historia se vio un poco resentida a causa de la falta de definición de su villano de turno.

A pesar de todo, Los Vengadores es en términos generales, sin dudas, la mejor película de super héroes hecha al momento.

Al leer por acá algunas de las críticas me doy cuenta de que estoy dentro de la minoría a la que esta película no engañó con su lindo envoltorio.
Sin dudar digo que técnicamente es genial. Tanto la fotografía como la banda sonora son de una factura sobresaliente. La imágen atrapa y no permite quitarle los ojos de encima, mientras el fondo musical te envuelve.

El comienzo es prometedor y súmamente inquietante.
Pero la mentira no tarda en quedar en evidencia. La falta de sentido de los personajes dejan vacío al espectáculo sonoro y visual. No son creíbles los dramas, complejos y motivaciones de estos pre-adolescentes pseudo deprimidos, y es así como sus acciones no presentan una buena justificación tampoco.

Sí le concedo el mértiro de tener dos o tres vueltas de tuerca (aunque por "vueltas de tuerca" no dejan de ser predecibles) a lo largo de toda la trama que hacen reenganchar al espectador cuando ya lo estaba perdiendo. Pero no me vengan a decir que el final es genial ni que ocho cuartos, y lo digo sobre todo a los que han visto "Old Boy"; ¡esa sí que tiene un final genial!

En fin. Terminada la película, no me pude sacar la sensación de que está hecha para engañar al espectador con algo lindo de ver y escuchar, pero cuya profundidad no resiste el más mínimo análisis.

¿Que si la recomiendo? Por supuesto. La factura técnica la vale a pesar de todo.