La nueva película de Pixar inspira, conmueve y te hace vibrar. No es fácil tratar un tema tan abstracto y amplio como es el sentido de la vida, y más teniendo en cuenta que es una obra dedicada en cierta medida a un público infantil; pero esta película lo consigue y lo hace de una forma muy didáctica y sencilla.
Lo que más me ha gustado es la construcción del mundo de las almas, plagado de referencias culturales y símbolos. Esto hace que el viaje que iniciamos junto a los dos personajes principales sea muy creíble y divertido. Todo se siente natural y nada forzado. Por otra parte, es genial el diseño de los personajes que habitan en ese mundo. Poseen un diseño minimalista que apuesta por un estilo bidimensional que despunta de la estética antes vista en otros films de la compañía.
En resumen, es una obra muy adulta con la que es fácil sentirse conectado, pues esboza fugazmente multitud de personajes que están en medio de ese "gran océano lleno de agua".