Acabo de revisar esta película ahora mismo. Sigue siendo tan salvajemente buena como la recordaba, y sin dudas ha mejorado con los siguientes visionados (me doy cuenta de cuánto se han superado para ella, de lo grande y espectacular que es y merecedora de todo halago habido). Ya muy poco (casi nada) se puede comentar de una película que ha dado y está dando muchísimo de que hablar. Pero sí que destaco una escena, una sola escena de todo el conjunto: el interrogatorio cara a cara entre el Joker y Batman. Ese momento insuperable y definitivo en el que vemos cómo dos personas que personifican el bien y el mal hablan e interactúan entre ellas, revelando sus cartas y dejando que sus personajes muestren su naturaleza y lo que son capaces de hacer. Sólo por ese momento, "El Caballero Oscuro" está en otra liga mayor e insuperable con respecto a sus entregas y demás películas relacionadas. Una escena a lo "Heat" (la conversación de Pacino y DeNiro en la cafetería) que termina de convertir a esta película en legendaria.

Esta despedida de Batman lo tiene todo, no sólo para contentar a los fans de Nolan, sino al público general que asista a verla, ya que nos encontramos sinceramente ante una de las mejores películas de los últimos años.
Es una de las pocas películas que logra atraparte desde el principio y mantenerte al borde del asiento durante más de 2 horas y media. Las interpretaciones, el guión y la dirección están en un nivel muy superior de lo que este género nos tenía acostumbrados en mayor o menor medida. Y eso la convierte además en una película competente a varios niveles y seria (aunque sin descuidar las pinceladas de humor que se hallan en ella). Para ser el personaje de Batman, este queda muy bien interpretado por Christian Bale en la película, aunque para mí lo mejor de todo es Anne Hathaway. Tom Hardy impone, aunque puede que la voz (o el doblaje) le haya jugado una pasada un tanto tibia.
Pero, con todo, tenemos una gran película de acción y emoción y recomendable 100%.

Nunca pensé que una película como esta significaría tanto para mí, no sólo a nivel narrativo sino también expositivo. No es una lección de entretenimiento de mucha calidad y de ritmo trepidante y moderado. Es una comedia satírica y algo dramática hacia su final (las caídas siempre duelen) que nos permite ver la completa transformación de un hombre al cual reciben siendo "la última mierda" y se desarrolla siendo el puto amo. Aunque acabe como un giñapo por tanta droga y tanta codicia, se las arregló para volver a entrar por la puerta delantera y dar charlas y enseñanzas a la gente sobre cómo crear necesidades ("véndeme este boli"). No sólo se muestran tetas, pollas y culos en esta película. No sólo es una escena cómica tras otra (la del derrame cerebral y posterior recuperación es para aplaudir, casi como la del avión y lo de "Hilfa"). Es ver cómo DiCaprio y su personaje nos llevan de la mano a través de todos esos cambios. Es como una trilogía o una miniserie para el cine condensada y mostrada de una tirada. Y eso es lo mejor que han podido hacer.

"Spectre" es una película inacabada. Simple y llanamente. Es una película que cumple a nivel visual dando gran elegancia y deleite al espectador, pero que todo se queda ahí. Ni en interpretaciones, ni guión, ni nada de nada.

El argumento es lo más pobre del conjunto. El vibrante prólogo de México D.F. se queda en un espejismo cuando llegamos a los no muy inventivos títulos iniciales con la música de Sam Smith de fondo. Tras eso, el guión nunca ofrece algo jugoso que contarnos. O sí lo ofrece, pero lo cuenta mal.

No hay tensión, no hay desarrollo de personajes (Bellucci, un delito desperdiciarla así), no hay atracción o interés hacia ninguno de ellos y la trama ni siquiera fuerza la rosca un poco para que sea así. Así es que la historia de amor es insulsa e infantil, la trama de la infancia de Bond se expande hacia lo increíble y risible y que media docena de personajes presentados en las anteriores de forma prometedora aquí se ahogan en apariciones fugaces y obligadas por contrato (Harris, de las más damnificadas esta vez en ese apartado).

Las interpretaciones son más comedidas y hacia mal. La banda sonora de Thomas Newman es un refrito de la de "Skyfall", el ritmo es pesado y sin chicha, y el final de la película (de acuerdo con más de un servidor por aquí) sobra completamente. Hasta ese último plano, que pretende rescatar algo de icono perdido se muestra como un chiste rápido y mal llevado.

Si en las anteriores en general maravillaron, "Spectre" representa diez pasos atrás. Ni siquiera resulta estimulante o entretenida, por lo que sus fallas se acentúan a las primeras de cambio. Sintiéndolo mucho, no pierda el tiempo.

Casino Royale es la película Bond maestra por excelencia. Tiene algo que esta no tiene: fórmula perfectamente actualizada a los nuevos tiempos. Skyfall necesita alejarse de la fórmula del personaje para ser una película enorme. Y lo consigue, aunque eso cueste resultar tal vez extraña o alejada del Bond que conocimos desde el inicio.

En lo que nunca será superada (suposición de lo más creíble viendo el mercado de directores) será muy probablemente en la dirección y en el estilo visual: la mejor y más bella poesía visual jamás vista en una película de acción. Ni siquiera la impactante El Caballero Oscuro (mi referente para casi todo, esa película es casi mi vida) tenía un estilo visual tan bello. Eso ayuda y muchísimo a la ambientación y el tono de la película.

Las interpretaciones son brillantes. Digan lo que digan de Bardem, quien clava el villano, Craig se sigue llevando el gato al agua con su gigante carisma. Dench está ejemplar en su último M. El resto de secundarios dan la réplica perfecta.

Pero es la historia lo más notable de la cinta: un guión muy simple, más de lo que aparenta, pero súper efectivo y entretenido a las mil maravillas. No trata al espectador como un idiota y hasta enriquece al personaje de Bond, tal vez un poco más que en su debut del reinicio en 2006.

En conclusión, Skyfall puede ser la segunda o tercera mejor película Bond jamás hecha, una gran película de acción para gran parte del público y un triunfo en términos de dirección y empaque visual/auditivo.