Me decidí ver la película atraido por el título (me encantan las películas apocalípticas). Me la puse a la hora de comer y... mejor hubiera puesto la película de Antena3 de sobremesa, porque es la peor película que he visto en mucho mucho tiempo. Coincido con el resto de comentarios: nulo rigor científico, actuaciones auténticamente penosas, guión aún más pésimo, interés y tensión cero... Ni siquiera la presencia de Stephanie Jacobsen (serie Galactica episodio Razor) animó la película, aunque confieso que algunas risas sí me eché. Comentario más divertido... (ver spoiler)

Poco más que decir. Es una película inspirada en hechos reales, pero que tergiversa de forma totalmente consciente la forma de afrontar que tiene una niña el dolor y la muerte, que caricaturiza al padre como pusilámine, a la madre como psicótica, la hermana como abducida, y al Opus Dei como el malo malísimo. No tiene el menor pudor en jugar con el sufrimiento de una familia real, que ha sufrido de verdad la muerte de su hija.

Y para rematar, el director se imagina la escena de la muerte de la niña llena de aplausos, cuando esos padres y esos hermanos no tenían ya más lágrimas que verter. En fin, una historia que no tiene el menor sentido, con unos personajes totalmente irreales y que viven también sin el menor sentido, y con la figura de Dios reducida a un personaje de dibujos animados.

No sé que has pretendido, Fesser. Quizás algún día recapacites y te des cuenta del daño que has causado, a la familia y a muchos. Todo mi apoyo a la familia Gonzalez-Barros, sois todo un ejemplo a seguir. Respondeis a las calumnias y a las críticas con silencio y con verdad. Contad con todo nuestro apoyo, un abrazo, Fernando

A los interesado en conocer la historia real, o al menos en contrastar, os aconsejo "Alexia", que la acaban de estrenar. Menos vistosa, menos cinematográfica, pero hecha con mucho más amor, más cariño y más sentido.

Fuí a verla el sábado y me gustó mucho. Es plan documental, pero muy ameno, momentos de risas y momentos de menos risas. El testimonio de vida de Alexia, el de los hermanos hablando de ella y como lo habían vivido... sin palabras, enseña a vivir. También es un testimonio de familia, de unos padres volcados en educar y amar a sus hijos, de prepararlos para la vida. Y se nota, tanto Alexia, como sus padres, como sus hermanos vivieron de forma ejemplar esos durísimos momentos, y fueron capaces de darle un sentido a todo ese dolor, y como dice Alexia "todavía quedaban ganas de reir un poquito".

Merece la pena ir a ver la película.