El genero vedado por el cine español en un buen ejemplo.
No creo que nadie asegure que Naufragos es un peliculón, ni una obra maestra, ni un ejemplo para el genero... pero es que tampoco hace falta.
Luna consigue mantener la atención en toda su extensión, que es justo la que debería ser, el guión sin ser la panacea al menos no cojea y hace serio, interesante y propio un tema tan hasta la sacierdad como los viajes interplanetarios.
Como bien se ha comentado, ciencia ficción correcta, que hace enrojecer a la que se hace en Hollywood y, por tanto, triunfa por todo lo alto, mientras que esta correcta Naufragos se hunde en el oscuro pozo del olvido y la baja recaudacion.
Una pena, no por lo que fué, sino por lo que podría haber seguido siendo.

Resulta difícil escribir algo sobre JCVD que no haga sospechar a quienes no la han visto.

Desde su trepidante y absolutamente espléndido comienzo (aunque, no nos engañemos, hemos notado el corte de plano) hay algo en la película que llama la atención. El aire a bajo presupuesto, la textura de la cámara, la impresionante dirección, la inusual iluminación, el desestructurado guión, la sorprendente interpretación... o una suma de todo esto, hace que no pestañeemos desde principio a fin.

Pero sin duda, lo que hace de JCVD una de las mejores películas del año es nuestra cara de incredilidad, nuestra dificultad de tragar saliva cuando vemos a Van Damme, el señor de los puñetados y las piernas abiertas actuando. quiero decir ACTUANDO. Y todo lo demás sobra.

Finalizado el film nos damos cuenta de lo poco que sabemos de este nuevo genio de la dirección: Mabrouk El Merchi, y de su estrella renacida: Van Damme.
Pero tras esta hora y media de fascinación sincera solo se puede decir:
Queremos saber más.

Bien rodada, con buenos actores y bien dirigida.
Pero falla el guión, pues la película desde el principio nos muestra un puzzle psicológico que debemos intentar resolver.
Pero no se dan todas las piezas, y la pelicula avanza a marchas forzadas.

Mediocre. Regulona. Del monton.

Rocky Balboa es lo que nunca llegó a ser Rocky V. Es un ejercicio de nostalgia y melancolía, de recuerdos e imágenes grabadas en la memoria de muchos. Pero sobretodo, es una buena película, sorprendente en el mundo Hollywoodiense actual e inimaginable para una secuela del potro italiano.
Desde una dirección ahora sí madura, el propio Stallone cuenta con fluidez, madurez y estilo la historia de su más emblemático personaje (de hecho, quizá su mayor lastre es deberse a las ataduras que una larga secuela supone).
Con una excelente fotografía, con unas interpretaciones generosas y un guión que sorprende (por excelente en algunas partes e inverosímil en otras) los minutos transcurren con los ojos empañados y las orejas abiertas. Pero sobretodo, con el corazón receptivo.
Por emotiva, personal, dulce y correcta, Rocky Balboa es una disculpa a seguidores y fans, una aventura que, como le sucede a Balboa, nadie pedía y en la que muy pocos creían.

Afortunadamente, no todos los combates cinéfilos se ganan en el ring, contra la crítica (Que dejó K.O. a Stallone) sino que, algunas veces, son los propios espectadores los que otorgan los puntos de los golpes.
Y en este caso, los golpes son para levantarse del asiento y aplaudir.
Como así sucedió en la sala en la que acudí a ver la película.

Genial.

Antes de empezar la crítica, aclararé que no soy un gran fan de los films de Bond, y por lo tanto no veo positivo (ni negativo) este evidente nuevo giro que han dado a su protagonista.

La película se plantea fuerte, una escena de acción correcta (aunque increiblemente espectacular y evidentemente inverosimil). Tras varias escenas donde se muestra un protagonista interesante, bien caracterizado e inmejorablemente interpretado, las cosas se ponen peor.
Las escenas de acción se intercalan con otras, que, a pesar de la correcta narración por parte del Sr.Campbell, carecen de fuerza por lo bochornoso (por una parte) y soporífico (por otra) de diversos dialogos que pueblan el film.
Pero ademas de esto, los supuestos giros de guión no lo son tanto, y cualquiera lo suficientemente atento se dará cuenta (metafóricamente) de los planes del villano antes de que nos los cuente.
pero el último (y peor) lastre de casino royal es su excesiva duración, que sobretodo se esmera (por así decirlo y no estropear la diversión a quien aún no la ha visto) en una causa perdida.

Divertida, interesante y bien rodada por una parte y aburrida, previsible y ridícula por otra.
Un film correcto para una tarde de domingo.