Mindhunter nos presenta a Holden Ford, un agente especial del FBI que se encarga de la negociación en las tomas de rehenes. Desde la potente escena el inicio vemos como el protagonista está muy interesado en la psicología de los criminales así comienza un estudio en el que se entrevistará con asesinos en serie, desviados mentalmente que cometieron horrorosos crímenes. Contará con la ayuda del veterano agente del FBI Bill Tench (Holt McCallany) y la profesora licenciada en psicología Debbie Mitford (Anna Torv).

La serie consta de 10 capítulos que rondan los 50-55 minutos (salvo el capítulo 6 dedicado al personaje de Torv). La trama se desarrolla poco a poco distando mucho de los productos que solía ofrecer Netflix y asemejándose más a los de HBO.

David Fincher se encuentra detrás de esta obra como productor y director (en tres capítulos). La influencia del director de Seven se hace notable, en Mindhunter podemos ver reminiscencias de obras del director de Colorado como la ya nombrada Seven o Zodiac.

Jonathan Groff ofrece una buena interpretación como el protagonista de la serie. Se desarrolla un montón el arco de Holden Ford, la evolución del personaje del inicio de la serie al final es sutil. Esto es lo mejor que hace Mindhunter, el cambio de Ford es tan gradual que te preguntas como llegamos a esto. En los últimos capítulos ves a un personaje ruín, terrible, un creído e incluso se puede llegar al punto de odiarlo. Holt McCallany y Anna Torv cumplen sobradamente en sus papeles. Sus historias personales (al igual que la de Ford) no son excesivamente interesantes pero son necesarias para el desarrollo de los personajes.

El situarse a finales de los setenta permite a la serie explorar tanto en el pano artístico, cinematográfico y narrativo. Esta época en EEUU era una bomba de relojería, todo lo que se pensaba de una manera en los setenta se destruyó y se empezó a pensar distinto.

Además, en esta época aparecen los asesinos seriales como Charles Manson o Edmund Kemper que aparece en la serie, con el que Ford tiene grandes momentos como el final de temporada entre otros.

En definitiva, Mindhunter es una serie que gustará a aquellos que sean amantes del cine policíaco y de asesinos en serie, además de contar con un ritmo más pausado característico de series del pasado.

WandaVision es la primera serie enteramente producida por Marvel Studios y ha sido estrenada semanalmente en la plataforma de streaming Disney +. A falta de emitirse el último episodio creo que se puede dar una valoración general del producto y es evidente que estamos ante el producto más singular que nos ha entregado la casa de las ideas. Por fin se decide tirar por caminos hasta ahora inexplorados y la verdad que es de agradecer ya que se nota cierto agotamiento en el género de superhéroes desde hace años.

La serie, o más bien parece que se quedará en miniserie, se compone de nueve episodios cuya duración varia ya que los primeros apenas llegan a los veinte minutos y los últimos superan los cuarenta. Todos los episodios son dirigidos por Matt Shakman, experimentado director de TV que ha dirigido episodios de Game of Thrones, House, The Boys o The Great. Un plus de la serie es que se ha decidido estrenar un capítulo a la semana, salvo el 1 y 2 que se estrenaron a la par, y eso ha permitido a los más aférrimos seguidores plantear teorías de lo más variopintas. El estreno semanal, más allá de responder al interés comercial de Disney de continuar más tiempo en su plataforma de streaming, ha terminado desenbocando en un seguimiento a rajatabla de los espectadores bien por querer conocer más o incluso por miedo a comerse spoilers.

Veo muchas similitudes con The Mandalorian. Ambos son productos de Disney + y cuentan con grandes presupuestos. Las dos son la evolución natural del formato. La estructura serializada del cómic por entregas transplantada a episodios de televisión pero con valores de producción de cine. Y esto último creo que es clave porque lo que destaca especialmente en WandaVision, y parece que también en las próximas series de Marvel Studios, es que se ve muy bien todo. Cuenta con un gran presupuesto, actores que vienen de las películas, efectos especiales sobresalientes, es narrativamente original, …

La historia nos sitúa justo después de los acontecimientos de Avengers: Endgame. Los capítulos se plantean como episodios de sitcoms de distintas épocas (años 50,60, 70, 80, 90 y 2000) y realmente han sabido trabajar muy bien sobre esto. En este contexto, Wanda (Elizabeth Olsen) y Visión (Paul Bettany) viven en Westview, un pequeño pueblo ubicado en New Jersey, donde la pareja de superhéroes hace “vida normal”. Está claro que desde un inicio todo esto huele raro, poco a poco los espectadores vamos viendo cosas extrañas que más adelante se aclararan. Se ven ciertas reminiscencias a The Truman’s Show por cómo está concebida la serie pero con más misterio e intriga. Olsen y Bettany cargan con el peso de la serie, especialmente ella que por fin puede darle más capas a un personaje que tiene mucho jugo especialmente viendo a su contraparte de los cómics.

En definitiva, Wandavision es el producto más inusual que ha creado Marvel Studios hasta la fecha. A falta del capítulo final, hablamos de una serie sin grandes escenas de acción que trata de desarrollar la psique de unos personajes que tenían hasta el momento un rol secundario dentro del gran engranaje del universo Marvel. Me interesa saber cuanta importancia tendrán estas series dentro del MCU ya que si para el público casual en ocasiones es difícil seguir cada entrega de la saga Marvel no me quiero ni imaginar si a eso hay que unir las series. Comento esto último teniendo en cuenta, sobre todo, que ya se confirmó la aparición de Bruja Escarlata en Doctor Strange in the Multiverse of Madness.

Tras el estreno el pasado año de Batman v. Superman, Zack Snyder se vuelve a poner detrás de la cámara para traer la primera adaptación a la gran pantalla del grupo superheroíco más grande de la editorial DC.

La verdad que viendo Justice League me lo he pasado bien, tiene sus ridiculeces y cosas que no me terminan de convencer pero como digo se hace amena y se pasa rápido. No me parece la mejor de este universo de DC en el cine que dió su pistoletazo de salida con El hombre de acero, la mejor me sigue pareciendo Wonder Woman pero ni mucho menos es el desastre que fue en mi opinión Escuadrón Suicida.

La película tiene sus fallos pero también tiene sus virtudes que te motivan a tener siguiendo una mínima esperanza en este universo. La inmensa mayoría de los fallos parece que vienen ligados por el no rotundo éxito que fue Batman v. Superman, este film no consiguió la aprobación de la crítica especializada, el público reaccionó de manera muy mixta y consiguió una taquilla inferior de la que se podía haber esperado. En Liga de la Justicia se ve un cambio total de tono dejando atrás el sombrío y oscuro ambiente de El amanecer de la justicia y apostando por uno más desenfadado y alegre. La inclusión de Joss Whedon en la parte final de postproducción (Snyder tuvo que abandonar por una desgracia familiar) se nota mucho; se regrabaron escenas y se añadió humor (de manera no abusiva). También se metió mano al montaje y muchas escenas que aparecían en los trailers se han eliminado apostando por una duración más corta (2 horas) en comparación con las películas anteriores de esta franquicia. Esto último afecta gravemente a la narrativa.

La historia es simple: un malo alienígena viene a destruir la tierra y los héroes deben unirse para derrotarlo. La interacción de los personajes es de lo mejor de la película. Siempre es emocionante ver a estos héroes por primera vez en la gran pantalla. Batman (Ben Affleck) y Wonder Woman (Gal Gadot) actúan como líderes de este nuevo equipo. Se nos dan breves introducciones de los nuevos personajes (Flash y su padre en prisión, el rudo Aquaman exiliado o el estar descubriendo qué es de Cyborg). El villano Steppenwolf es un poco simplón y estereotipado pero teniendo en cuenta que aquí se apuesta por el grupo tiene su pase, pero no cambia que sea un malo bastante flojo. El CGI me ha sorprendido para mal, no es que sea malo del todo pero teniendo en cuenta los tiempos que corren siempre se espera algo más trabajado en esta clase de producciones. La banda sonora de Elfman cumple pero no sorprende.

En definitiva Liga de la Justicia es un buen entretenimiento palomitero, cambia el tono que se presenta en El hombre de acero y se continuo en Batman v. Superman. Muchos han criticado ese brusco cambio pero creo que con una buena historia y algo más de desarrollo de personajes DC conseguirá mejores resultados en el futuro tras un comienzo muy cuestionado.

El 17 de noviembre del 2017 se lanzó al completo una nueva serie: The Punisher. Adaptando a la pequeña pantalla los comics de Marvel sobre este personaje, Netflix trata de sumergirnos esta vez en un mundo lleno de conspiraciones donde la violencia esta muy presente.

En su primera temporada vemos como la serie, a diferencia de su material original, no se trata solo de ver a Frank matando gángsters sino que se apuesta por una trama más elaborada donde los encubrimientos y conspiraciones están muy presentes. La verdad que esperaba ver desde el primer minuto un The Punisher brutal y sanguinario donde el gore sería algo habitual de la serie, pero no es así ya que se apuesta por una trama más elaborada donde no vemos al verdadero castigador hasta los últimos episodios (con traje incluido). Mientras que Frank y Micro colaboran para conseguir su objetivo también tenemos a la agente de Seguridad Nacional Madani y su compañero investigando sobre todo lo que ocurre, así como al excompañero de Frank y ahora contratista militar Billy Russo (que para mi es el personaje mejor desarrollado). También la familia de Micro está muy presente en toda la serie con un papel bastante importante. Todos estos personajes que de vez en cuando se cruzan durante la serie acaban convergiendo al final.

Jon Bernthal encabeza el reparto como el protagonista Frank Castle. La versión del castigador que se nos presenta está mucho más endulzada que la del material de origen donde Frank veía su guerra contra el crimen sin fin, en cambio aquí vemos a un personaje más complejo que se puede llegar a cuestionar lo que hace en más de una ocasión. Micro interpretado por Ebon Moss-Bachrach es un buen aliciente para el protagonista, lo veo como una relación algo semejante a la de Matt y Foggy en Daredevil. Ben Barnes como el sorprendente Billy Russo y Amber Rose Revah como la agente de Seguridad Nacional Dinah Madani completan a los cuatro actores con más protagonismo.

Además The Punisher también toca temas que afectan bastante a la sociedad norteamericana en concreto como la posesión de armas (aunque pasa un poco por encima de este tema) o la dificultosa adaptación de los soldados norteamericanos al volver a casa (esta se ve en un personaje en particular).

En definitiva Netflix toma un buen camino con esta serie es cruda, seria y entretenida. Después de bajar el nivel de sus últimas series con Marvel The Punisher vuelve a tener un nivel semejante al de la serie de Daredevil.