Buenísima, por empezar diciendo algo. Al oír el argumento me pareció inverosímil que pudiera mantener mi interés durante una hora; pero lo consigue. Llena de ritmo, mantiene al espectador atento a cada movimiento de la acción. Por supuesto, la interpretación de los actores lo es todo en este tipo de cine, y han dejado el listón en su lugar: Foster consigue que deseemos abofetear con un calcetín a su personaje; Waltz es enormemente expresivo; y aunque Winslet y Reilly no estén a su altura (*spoiler) no bajan la categoría del filme. A pesar de ser una película profundamente teatral, Polanski consigue darle un ritmo muy fílmico gracias al montaje, pero manteniendo la esencia de un escenario apoyándose en otros recursos. Básicamente puedo decir de esta obra que es una reflexión acerca de la hipocresía humana, de la autocompasión; una muestra de lo que a TODOS nos ha ocurrido alguna vez: el deseo de perder la formas, actuar guiándonos por un impulso personal y primitivo. En definitiva, una crítica a la doble moral humana más que conseguida.

A pesar de la enorme controversia que ha causado esta película la considero muy sobrevalorada. Visualmente es muy bella, agradable de ver y, ¿por qué no?, entretenida, pero más allá de eso el filme solo es un intento de emocionar al espectador e invitarle a hacer examen de conciencia, que se queda en eso, en un intento.A su favor hay que decir, que en todo momento justifica fragmentos que resultan demasiado inverosímiles para el buen ritmo de la película; y que su nivel técnico es brutal. Pero fuera de eso, la cinta no llega a entrar tanto en el espectador como lo hicieron muchas de sus anteriores (Brokeback Mountain, Sentido y sensibilidad, etc). Aún así, Ang Lee ha conseguido lo que siempre logra: crear películas que dan mucho que hablar, y que siempre crean una opinión ya sea positiva o de rechazo. Un auténtico artista.

Para el que quiera algo simple diré que la película no está mal, pero profundizando....
Tal y como le viene ocurriendo a Spielberg desde hace un tiempo, ya hace películas para los Oscar; películas que solo Spielberg haría, que llevan su firma hasta el punto de volverse estereotípicas.
Esta no iba a ser la excepción. Está repleta de clichés del director (travelling hacia el personaje en momentos de soliloquio solemne, banda sonora desgarradora simultanea a imágenes desoladoras, etc). Quizá el punto más importante es que si no eres norteamericano y patriota estadounidense este filme no te va a suponer un antes y un después; pero cinematográficamente hablando es sublime.
A la interpretación del protagonista no se le pueden poner pegas así como a la ambientación y la caracterización. Quizá se hace un poco larga en algunos puntos, pero sin duda una vez terminada resulta de lo más emotiva (un final emocionante).
En resumen, un intento exitoso de ensalzar la figura de un país, más que de un presidente.