A esta película ya le eché el ojo hace unos años, cuando yo era más pequeño, y me fascinaba ver una historia que nunca antes había imaginado: unos extraterrestres entran en los cuerpos de los profesores de un instituto mientras los alumnos empiezan a sospechar. 10 años más tarde viendo la televisión comencé a ver “The faculty” (sin saber que era aquella película) hasta que más empezar ya me di cuenta de que era esa.
Sobre la película en sí, lo más destacable es su jovencísimo reparto que posteriormente serian conocidos como: Elijah Wood, Jordana Brewster (A todo gas, Josh Hartnett, Laura Harris, Shawn Hatosy (Mensajero del futuro) o la breve aparición de Salma Hayek.
En definitiva, es una película mediocre, pero que no por ello deja de ser entretenida e interesante, que mantiene la tensión durante toda la película y nunca sabes quién es extraterrestre y quién no.
Pero aun quedaba la última cosa que me fascino de la película y fue ver en los créditos que el director era Robert Rodríguez y todo esto tenía sentido.

Por suerte, o no, cuando parecía que esta película iba a ser una mera adaptación japonesa de Harry El Sucio (1971), el director que la estaba dirigiendo, Kinji Fukasaku, cae enfermo, y sin pensárselo dos veces, Takeshi coge las riendas de la dirección, sin ningún tipo de experiencia anteriormente y empieza a dirigirla desde cero, convirtiéndola en una obra propia.

Todo empieza con una gran escena en la que unos chavales le propinan una CRUEL paliza a un vagabundo y se marchan riendo (Claro homenaje a Kubrick y su Naranja Mecánica), pero cuando uno de ellos llega a su casa aparece un policía de paisano y le devuelve esa paliza. Todo parece indicar como va a ser el rumbo de la película.

Este policía, Azuma (Beat Takeshi) se ve envuelto en un brutal enfrentamiento con un peligroso Yakuza para intentar resolver (utilizando toda la VIOLENCIA que sea necesaria) un caso sobre narcotraficantes en el que están involucrados su hermana y su mejor compañero en la policía.

Cave destacar el REALISMO con el que ofrece a las ciudades de Japón, como las escenas de los niños, ademas de otras grandes escenas como la de la persecución, que no sea hace nada larga pese a su duración y por supuesto la impecable escena final.

A pesar de ser una de las películas que mas me ha costado comprender de la filmografía de Kitano no deja de ser una gran película, además demuestra que los Yakuzas (Gangsters) también tienen sentimientos....

El clan se ve obligado a esconderse en una casa de la playa durante una larga temporada, tras un un ajuste de cuentas con otro grupo rival y así preparar su venganza, y que mejor que pasar ese largo tiempo jugando a juegos infantiles de los mas variopintos teniendo como objetivo recuperar esa infancia que nunca tuvieron.

La banda liderada por Kitano deja grandiosas escenas casi todas ellas tienen lugar en la playa mientras juegan a esos juegos infantiles, incluso llegando a ponerse una lata en la cabeza mientras otro dispara para haber si acierta, dejándonos en la retina ese plano de Takeshi apuntándose a la cabeza.

Los disparos que realizan casi llegan a ser algo poético, lírico como una orquesta perfecta mente coordinada con la impresionante banda sonora de el que para mi es uno de los mejores compositores del mundo, Joe Hisaishi un veterano en la composición musical en todas la películas de Kitano y también de Hayao Miyazaki compositor suyo en películas como: El castillo ambulante, El viaje de Chihiro o La princesa Mononoke.

Como conclusión, con esta película el japonés salto a la fama en el cine internacional, es importante estar atento a la música y a los planos en la playa que son con diferencia lo mejor de la película.

En esta segunda película del japonés Takeshi Kitano ya deja prever lo que va a ser su tipo de cine: Violencia, Yakuzas, inverosimilitud y situaciones extrañas a la par que cómicas.

La primera parte de la película refleja a un joven jugador de béisbol sin pasión alguna (como dice una crítica anterior uno de los protagonistas más sosos de la historia.) que se enfrenta con un miembro de la yakuza local, como consecuencia su entrenador (antiguo miembro del mismo clan)acaba herido por intertar defenderle, entonces es cuando el protagonista y su compañero deciden ir a Okinawa para hacerse con un arma y vengarse. Hasta aquí todo muy bien.

Pero con la segunda parte y curiosamente con la aparición del gran Kitano el film va a peor, Beat Takeshi interpreta a un antiguo Yakuza violento, machista, estraño y ciertamente extravagante, el cual de cierta manera ayuda los chavales y resuelve sus problemas. Para todo ello acabar en un gran final que ya otra crítica explica e interpreta.

Lo mejor: El principio, las escenas de violencia y el final.
Lo peor: El doblaje como es típico en estas películas y la lentitud en algunas escenas.