Unas tijeras cortando un dedo. Un condón usado. La tía del anuncio de desodorante corriendo en pelotas. Una vaca espantando moscas con el rabo. Una cucaracha muy gorda. Se trata de una de las grandes obras del gafapastismo, género que Bergman domina a la perfección. El argumento es muy similar al de la mayoría de sus otras películas: Recluídos en sus cuevas (porque fuera hace un frío de carajo y casi siempre es de noche) los suecos se atrincheran detrás de libros llenos de palabras y sabiduría. Esto hace aflorar dentro de ellos todo un jardín de sentimientos que no pueden controlar, siendo la única raza en todo el mundo consciente de su mortalidad. Como consecuencia de esto su vida es un tormento de principio a fin ya que todo lo que les pasa en la vida se magnifica hasta el infinito. Pero de vez en cuando aparece un artista capaz de canalizar todo ese sufrimiento y crear obras maestras que asombran al mundo por su crudeza, su humanidad, su melancolía y su postmoudernismo (cosa rara porque sí). Tarántulas. Un inodoro lleno de heces. Un niño potando. Culos de brasileñas en el sambódromo. Vísceras. ¿Que los suecos no son así realmente y que lo del alto índice de suicidios es un falso mito y que a pesar de ser personas introvertidas son igual de alegres que el resto del mundo? Bergman debe rechazar este axioma ya que su capacidad creativa se vería reducida a la mínima expresión. Así en este film, como el mal filósofo que es, Bergman trata todos los problemas fundamentales de la humanidad sin ofrecer ninguna respuesta. Eso sí, con un estilo estravagante y raro que es lo que prima en el gafapastismo. El gran trabajo, como siempre, de las actrices y el fotógrafo salvan por mi parte al tío Ingmar de la hoguera. Un ojo de burro pinchado con un palo. Un viejo sacando el tubito de la sonda para mear. Fuego. El niño que come gusanos. Cañita brava. Dientes sucios con brackets riendo. FIN

Cuartel general de Picture Day Produccions. 12:30 AM

JEFF: Oye Mike, estaba ayer viendo la tele y se me ocurrió una idea para una serie que podría petarlo.

MIKE: Cuenta, cuenta.

JEFF: ¿No estás cansado de esas series familiares de estructura tan simple: papá, mamá, niño, niña y perro?

MIKE: Pues sí, la verdad.

JEFF: Pues he pensado en variar esos caducos roles para revolucionar el panorama televisivo actual.

MIKE: Sigue, sigue, me tienes intrigado.

JEFF: Bueno, pues habría una familia clásica NORMAL, para mantener un mínimo de credibilidad. Además, no queremos espantar a los televidentes de esas otras series de antaño que tantos éxitos han cosechado.

MIKE: Claro, claro.

JEFF: Bueno, pues agárrate. El abuelo, que es un tipo muy moderno, está casado con una cachonda de 30 años con tetas operadas. Y tienen un hijo que podría ser su nieto.

MIKE: Mmmm… arriesgado y muy poco corriente, pero me gusta.

JEFF: Sí, pero prepárate que ahí viene lo mejor. Resulta que el tío de los niños de la familia NORMAL es… [mirando hacia los lados] gay.

MIKE: ¿Gay?

JEFF: Sí, pero eso no es lo mejor. Resulta que vive con su novio o marido, eso habría que pensarlo, y adoptan a una niña vietnamita. ¿Qué te parece?

MIKE: Mmmm… podría funcionar. Hay muchos chistes sobre gays en internet que podríamos usar.

JEFF: Sí y para hacerlo más cómico uno será muy gordo y otro un flacucho paliducho. Si encontramos a un pelirrojo sería ideal.

MIKE: Me gusta, me gusta, pero ¿cómo podríamos darle un aire moderno acorde con los personajes?

JEFF: Bueno, ¿has visto esa serie “The Office”?

MIKE: Ah sí, un estilo de falso documental a lo gran hermano. Es muy divertida.

JEFF: Sí, y con mucha cámara en mano que es lo que le gusta ahora a la crítica moderna.

MIKE: Mmmm… Jeff, ya estoy saboreando el EMI. Te lo digo yo.

La verdad, no he visto muchas adaptaciones de la prestigiosa casa Marvel pero cuando acabo de ver cada una de ellas siempre me asaltan similares preguntas:
¿Realmente es necesario adaptar al cine todos y cada uno de estos comics?
¿Es necesario adaptar un comic que trata sobre un multimillonario que se dedica a fabricar armas de todo tipo para matar "solamente" enemigos de los Estados Unidos de Norteamérica?
¿Es necesario hacer una película sobre un facha-machista que se fabrica un traje de hierro con cohetes incorporados para salvaguardar la seguridad de los Estados Unidos de Norteamérica por muy absurdo que el personaje nos parezca?
La respuesta es sí, porque es una película basada en un famoso comic que cuenta con nosecuantos mil lectores que están deseosos de ver las aventuras de su heroe en la gran pantalla con sonido Dolby THX.
Pero qué hay de los pobres infelices como yo que postrados en la cama de un hospital tuvieron que tragarsela esperando ver aunque sea una pequeña pincelada de humanidad. Una pizca coherencia. Algo similar a peliculones como Supermán o El Caballero Oscuro.
Sinceramente, lo que más se asemeja a esta cinta es la divertida serie Power Rangers, que para niños de 10 años tengo que decir que es bastante entretenida para merendar.

Al igual que Travis, el personaje de Robert de Niro en Taxi Driver, hay gente que mire a donde mire solo ve drogas, corrupción, prostitución, cosas malas, malas, malas. Me dirijo a los que ven en este film una "campaña contra la drogadicción".
No hay más que leer el título para entender de qué trata la película. Trata de algo mucho más grande y universal que las drogas y los concursos amañados de televisión. Trata del deseo. Deseamos ser más guapos, tener pasta, sexo, drogas, rockandroll, etc. Y deseamos que nuestros hijos sean altos y guapos y triunfen en la vida. Creemos que necesitamos todas esas cosas para ser felices, pero la cuestión es que no necesitamos ninguna de ellas. Y todos esos sueños incumplidos acaban por enterrarnos.
Si a esto le añadimos unas grandes interpretaciones, una gran banda sonora y un montaje bestial, ¿Qué es lo que le falta a la jodida película?. Yo no lo sé.

Al más puro estilo de los giñoles de Barrio Sésamo, se nos presentan unos personajes totalmente exagerados para hacernos entender que la guerra es absurda y que los pobres soldados son los que mueren mientras los generales se cuelgan medallas y asisten a lujosos bailes con sus señoras pavoneándose de que son los dueños del universo.
El que necesite ver esta película para saber esto, se la recomiendo vivamente. Los que, como yo, conocen el sinsentido de la guerra desde hace bastante tiempo ya, les recomiendo que no pierdan el tiempo. Lo único que se salva y que le da el 5 raspado es la gran interpretación de Kirk Douglas, algunas escenas del terror de los soldados por la inminente muerte y que, dejando a parte la simpleza del guión, está bien dirigida.