Es sencillamente impactante. No he podido resistir el esperar a otro dia para ver el siguiente capítulo.Lo más importante es que es creíble, sin topicazos, sin regodearse con la violencia -que inevitablemente tiene que tener-con una visión directa tal si estuvieras allí, como si tú mismo presenciaras la corrupción de primera mano, como si te colaras en la embajada y escucharas hablar a la embajadora; con la propia dificultad de entender cómo hablan el español los colombianos, con la sensación de rigor de unos guionistas, que han querido ser fieles a la historia.