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España España · Algeciras
Críticas de Francis Mena
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
6
15 de septiembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena parte del éxito de una obra depende del espectador: por su puesto de sus gustos, pero también de su cultura, de sus experiencias, de su prejuicio hacia ella, de su estado de ánimo, de tantas cosas que el autor no puede ni debe controlar pues ahí radica parte de la esencia de toda creación artística cuyo fin es exponerse. Fui a ver 'Cowboys y aliens' sabiendo perfectamente lo que iba a ver y, por ello, disfruté tanto viéndola. Me pareció una película muy entretenida, original, que cumple lo que promete. Por supuesto, no pasará a la historia del cine por absolutamente nada pero tampoco lo busca ni lo necesita. Su objetivo es otro, y lo logra, insisto.

Cuando supe que una película iba a poner a pelear a pistoleros y extraterrestres, que la ci-fi y el western iban a ocupar el mismo terreno pensé que era un concepto interesante pero que corría el riesgo de caer en su propia trampa al querer explotar ambas cosas y que de ambas se pudiera a quedar a medio camino. No ocurre, la cinta mezcla con cierta habilidad ambos géneros y sólo en la recta final muestra algunos puntos débiles (en cuanto a guión) que ya depende de la maldad del espectador de si quiere o no urgar en ellos y pasar un rato menos agradable.

Pero si queremos también nos podemos poner exquisito, snob, ir más allá. 'Cowboys y aliens' tiene mucho de folletín, de cultura popular del siglo XX, de los relatos cortos y desenfadados de Isaac Asimov, incluso de homenaje y metalenguaje cinematográfico. Pero si te niegas a verlo así, al menos, déjate llevar, ya te rescatarán.
Francis Mena
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5
10 de mayo de 2022
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Detrás de una aparente película de aventuras con hechuras ochenteras, el algecireño Alexis Morante hace su esperado estreno en el largometraje de ficción con un canto a la vida que, a modo de muñeca rusa, encierra otros cantos. 'El Universo de Óliver' habla de esa infancia que linda con el primer beso, de la importancia de la familia, amigos incluidos, y hasta de una realidad social que tristemente perdura. Y de otras cosas, de muchas y con distintas profundidades. Un multiverso de mensajes, temas, situaciones, géneros y personajes dentro de un universo: esa Algeciras y el Campo de Gibraltar de costumbrismo mágico de Óliver, que es el de Alexis.

No era fácil controlar todos esos ingredientes en la coctelera y, sin embargo, aunque no sin esfuerzo, la película termina por despegar. Porque la cinta, que unos 600 privilegiados pudieron ver ayer en la premier del teatro Florida de Algeciras, va increscendo. Puede que no atrape desde el principio, posiblemente porque nunca pretende ser la película facilonga que podría pensarse, y porque se resiste a destaparse antes de que todas las piezas estén sobre el tablero, pero, una vez dentro, la historia tiene alma y es fácil empatizar con los personajes. Incluso con todos a la vez. No hay malos y buenos, solo personas y sus circunstancias. Algo que ya estaba en los cortos del realizador de San José Artesano.

María León y Salva Reina están magníficos en ese matrimonio de dificultades. Hay química. Alexis Morante se mueve con brillantez en el drama, y en concreto en el social y familiar, incluso más y mejor que en la aventura. Ahí hay un universo interesante que explorar para el director algecireño. La historia del abuelo (interpretado por Pedro Casablac) y el joven Óliver (Rubén Fulgencio) vibra en una frecuencia distinta al resto de la película, y luego sabemos por qué. La verdadera aventura de los pequeños y las dos bandas es más interior que exterior. No hay grandes alardes. A cambio, la última media hora larga se entrega a la acción y a la emoción, al más puro estilo futbolero.

La opera prima del director algecireño es, a la vez, el final un camino de años asentando los bases con exitosos y premiados cortos y documentales, y el inicio de una nueva etapa. Es un Alexis más que listo para cotas mayores.

Una comarca omnipresente

Semanas atrás, en una entrevista en 8Directo, Alexis Morante habló de su intención de hacer una película “de lo local a lo universal”. El dorado para muchos creadores. Eso qué hace mágicamente universal a una bulería de Camarón, una historia neoyorquina de Woody Allen, o una novela de Stephen King desarrollada en su particular Maine. Aunque podría estar ambientada en cualquier otro rincón del mundo y contar una historia similar, 'El Universo de Óliver' se desarrolla íntegramente en el Campo de Gibraltar. Desde el marco que es esa comarca de mediados de los 80 a decenas de pequeños detalles costumbristas y materiales -un escudo del Algeciras CF, por ejemplo-.

La novela en la que se basa la película es del algecireño Miguel Ángel González, amigo de la infancia del director, y otro nacido en la ciudad es el guionista Raúl Santos. Incluso, en una arriesgada apuesta, Alexis y su equipo eligió para secundarios de peso, en un buen trabajo de castin, a niños de Algeciras que se estrenan en la actuación y que dotan de naturalismo a la historia, y de acento, que lo tiene sin complejos.

Todo comenzó en Algeciras y eso nunca deja de verse en la pantalla: lenguaje, expresiones, colegios, calles, plazas, playas, puerto, búnkeres, industria… 'El Universo de Óliver' es una película recomendable para cualquiera de cualquier edad y punto geográfico pero para un campogibraltareño lo es mucho más. El 13 de mayo llega a los cines
Francis Mena
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6
20 de septiembre de 2011
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Los sentimientos, los mensajes, se pueden expresar de infinitas maneras. Se puede, por ejemplo, expresar amor simplemente diciendo "te amo", pero eso es demasiado simple y, a menudo, poco fiable. Cuando una persona es capaz de transmitir lo mismo con la profundidad de una expresión artística el mensaje parece cobrar valor, le da un baño de verdad ante el que, a pesar de que puede encerrar una farsa, sólo cabe rendirse.

La poesía es posiblemente el canal más perfecto creado por el Hombre para transmitir sentimientos. Terrence Malick, en 'El árbol de la vida', hace cine en verso, poesía con imágenes y como poema cinematográfico es abstolutamente bello, único. Como cine sin más, totalmente prescindible.

Esa especie de prólogo en el que relata con acento kubrickiano la historia del Universo es desconcertante, con imágenes que inquieren cada una de ellas en la perfección pero que expuestas bajo el mismo epígrafe resultan asonantes. Luego la película nos lleva a lo concreto, al niño que descubre la dualidad de la vida, a esa cara oculta de la amabilidad que representa la madre y esa real dureza que va de la mano del padre. Es aquí donde reside el núcleo del mensaje y de la película pero resulta más volátil incluso que su propia atmósfera. Y más cuando lo remata con un epílogo, más que abierto, que abre lo todo lo anterior dejando asomar un Malick que demuestra sus aires de grandeza aún a costa de un material que extraña y extraordinariamente parecía convencer.

Al fin y al cabo, como la poesía que es o como un cuadro abstracto, también tiene algo, mucho, de farsa, de juego con los sentimientos del otro, que gusta o no, que se entiende o se cree entener o no dependiendo más del receptor que del emisor. Malick acierta como poeta y desconcierta como cineasta.
Francis Mena
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5
20 de agosto de 2023
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La película, de 91 minutos de duración, se basa la leyenda del hombre del saco, con la que padres no solo españoles sino de diferente partes del mundo asustan a sus hijos cuando se portan mal. Busca sus orígenes, en el municipio almeriense de Gador, para construir un relato que mezcla hábilmente el terror con la aventura y la fantasía, con toque de humor y mucha nostalgia ochentera. 

Ángel Gómez vuelve a mostrarse como un excelente creador de secuencias de terror y suspense. Su nuevo trabajo, aunque se mantiene en el género que seguramente no va a abandonar, dista mucho de su primer largometraje, Voces, donde proponía un terror más puro, clásico y desgarrador. Aquí baja varios puntos, se hace más accesible, y se mezcla bien con el tono aventurero y juvenil de la propuesta. 

Algo que puede chocar pero que también puede ser divertido (lo es) es que película destila numerosas referencias, muchas de ellas conscientes tal y como reconoció el director durante el coloquio, y otra porque somos lo que consumimos. Una pandilla de amigos en bicicleta intenta resolver el misterio y sobrevivir al misterio de las desapariciones de niños en un pueblo. En eso podríamos ver una versión española de Stranger Things (demasiado evidente en la música), con el que coincide en los referentes comunes, que podrían ser Cuenta conmigo (película de Rob Reiner basado en un libro de Stephen King), E.T., Los Goonies, entre otras. "Una referencia que nadie me ha comentado es Pesadillas, esos libros de terror para niños que leíamos y que luego hicieron series", comentó el realizador algecireño.

El algecireño Ángel Gómez ha creado algo que puede que no vayas a retener eternamente en la memoria y que seguro que no va a ser su gran obra (esta está por llegar, seguro), pero El hombre del saco cumple con el entretenimiento que pretende ser, entretiene, divierte y da miedo, con escenas muy logradas dentro del género, unos actores implicados (Macarena Gómez, Javier Botet, Manolo Solo, los niños...), una interesante fotografía y finalmente un conjunto disfrutable. 
Francis Mena
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