Recuerdo cuando comencé a ver esta serie hace ya unos tres o cuatro años. Tras unos primeros episodios muy buenos de la primera temporada, hubo unos cuantos en que daba la impresión que la serie se convertía en la típica serie caso-capítulo. No obstante, esa sensación desapareció con los últimos episodios de dicho primer año.

Desde entonces cada temporada iba manteniendo el ritmo, destilaba historia, y los acontecimientos --históricos-- presentados encajaban a la perfección en las diferentes tramas, consiguiendo al tiempo que éstas no repitieran ni tema ni estructura. Y esto cuando uno siempre se temía que, siendo la perspectiva de la serie abiertamente pro-soviética, en cualquier momento los guionistas o la cadena decidieran dar un giro que echase por tierra el buen hacer de la misma hasta ese momento. Así, episodio tras episodio, y luego temporada tras temporada, el pensamiento de "a ver cuándo la cagan" pendía como espada de Damocles sobre el visionado.

Y así llegamos al último episodio de la última temporada, tras cuyo comienzo te dices, "ya está, aquí es cuando lo joden todo". Pues no. Ha sido un último episodio magnífico, de una deliciosa útima temporada que bien pudiera ser la mejor de todas.

Esta serie ha sido criticada por resultar lenta. Es posible, pero eso es lo que la permite construir los personajes del modo que lo hace, desarrollar sus motivaciones, comprender sus preocupaciones, temores y miedos, así como las complejas y difíciles decisiones a las que todos ellos (en uno y otro bando) se enfrentan, y para las que no hay respuestas correctas ni incorrectas, sino un amplísimo abanico de grises, cada uno con sus potenciales consecuencias, tan importantes como --en muchas ocasiones-- irreversibles. (Con ello la serie caracteriza perfectamente el hecho de que la situación en ambos bandos, capitalismo y comunismo, distaba mucho de ser idílica, y que en muchas ocasiones desde la otra orilla sólo se veían las bondades de lo que ocurría en la otra, y no sus dificultades asociadas.)

Para terminar, no es una serie para todos los públicos, pues a muchos aburrirá, y a otros muchos no interesará lo suficiente el tema como para atender a la inmensidad de detalles que la pueblan. Sin embargo, si te gusta el periodo histórico de la guerra fría (de los años 80), y disfrutas con buenos libros y películas de espionaje, ésta es tu serie. Seguro que no te defraudará.

(Aclaración previa: esta crítica lo es de la sexta y última temporada.)

Vayamos por partes:

- Robin Wright no es mala actriz, y posiblemente fuera la elección ideal como la compañera de Francis Undergood (Kevin Spacey). Sin embargo, resulta completamente incapaz cuando intenta cargar a sus espaldas con el papel principal. Ella lo intenta pero, simplemente, le queda demasiado, pero DEMASIADO, grande. Wright carece del carisma de Kevin Spacey y eso se nota, y MUCHO. Por no hablar de sus "monológos hacia el público" imitando a Francis Underwood. Su vacuidad tan solo se ve superada por lo penosos y ridículos que son. ¿Es que nadie se dio cuenta de que daban completa y absoluta vergüenza ajena?

- De un argumento cuidado, con tramas bien hilvanadas que --en ocasiones-- te cogían por sorpresa, y ciertos giros cruciales que te dejaban del revés (sobre todo en las dos primeras temporadas), ... hemos pasado a un argumento trivial que, para hacerlo parecer más interesante, se "esconde" bajo una narración revuelta, entrecortada y oscura. Y, aún peor, en aquellos momento en que la trama sorprende lo es por obra y gracia de un "deux ex machina". ¿Es que no prestaron atención estos guionistas a las temporadas anteriores? Un giro sorprendente es bueno cuando, además de inesperado, puede luego explicarse en base a lo ocurrido previamente (o de pistas allí dejadas), y eso es lo que provoca el "oh". Aquí lo único que tenemos son giros forzados y artificiosos que lo único que te sacan es un "argggg". Parece que Spacey no fue lo único que fue echado a patadas de esta última temporada, pues el talento de los guionistas se fue con él.

- Por no hablar de la feminización de toda la temporada y, en especial, de su segunda parte. A estas alturas de la peli (o, en el caso que nos ocupa, de la serie) uno ya no sabe (o puede saber) si la temporada fue así concebida en origen o transformada tras el giro Spacey-out. En ambos casos el resultado es el mismo: cuando ruedas algo como Cazafantasmas (the femen-edition), o esta sexta temporada de HoC, haces un flaco favor a las mujeres. El caso aquí es especialmente sangante, pues pasamos de una fría, calculadora y temible Claire Undergood, a una presidenta con ínfulas tan autocomplaciente como ridícula. (De la parte del femen-gabinete, mejor no hablar.) ¿En qué pensaban los guionistas? Como no fuera en "vamos a pegarle un puñetazo en el estómago a esta serie del que no se va a poder recuperar" no tiene otra explicación.

- En resumen, HoC temporada 6 es auténtica mierda de vaca. Su puntuación por sí misma (y de manera independiente de las cinco temporadas anteriores) apenas llegaría al 3, y esto es algo que resulta penoso teniendo en cuenta los medios [supongo que salvo Kevin Spacey los mismos que en temporadas anteriores] y talento de que disponían a priori. Aún peor, cuando la considero dentro del conjunto de la serie completa, hace bajar la puntuación de la misma de 9 (las dos primeras temporadas fueron de 10, y a partir de ahí flojearon un poco) a un cinco raspado. ¿Por qué? Aquí la media falla. Obviamente, la media falla, porque lo que no puedes hacer es producir una serie espectacular durante 5 temporadas, y luego ponerla un traje de bufón con una mierda en la cabeza para rematarla.

Supongo que pocas cosas pueden decirse, para bien o para mal, que no se haya dicho aún de esta película. Por ello, el único motivo para redactar esta crítica son las tres horas perdidas hoy por la noche en su visionado, aunque, para poder criticar es necesario hacerlo con criterio y conocer de primera mano qué se está criticando.

En primer lugar, me resulta incomprensible como los hermanos Wachowski, los mismos responsables de aquella maravillosa Matrix, han podido realizar una película tan lamentable. Puede ser que la intención en ambos casos fuese semejante, pero lo que allí eran virtudes aquí se han convertido en graves y virulentos defectos. Por otro lado, dada la duración del metraje resulta imposible hacer un repaso pormenorizado de todo lo malo que hay en ella. Por ese motivo nos centraremos en lo más destacado, yendo de lo malo a lo peor, para terminar en lo pésimo:

1.) Las actuaciones aún sin ser lo peor, sí dejan mucho que desear, puede que porque el que los mismos actores desempeñen múltiples personajes hace que sus interpretaciones resulten por lo general impostadas, llegando a veces incluso a lo cómico.

2.) Si la película es mala, ésta no mejora si se la trocea y se reordena el orden de sus acontecimientos, sino que más bien empeora (puede que esto ocurra en una buena película, pero éste no es el caso). La división argumental en una multiplicidad de historias "interconectadas" (tan artificialmente como las máscaras de sus actores) ni está al servicio de una potencial trama que culmina en un desenlace inesperado (pues éste resulta absolutamente previsible desde el primer momento), ni aporta nada al desarrollo de un argumento que es el gran ausente. Puede que una buena película pueda construirse sobre tres o cuatro buenas ideas, tal y como fue el caso de Matrix, pero cuando las ideas no son buenas, entonces lo que tenemos delante es una película sin argumento que da bandazos escena tras escena sin saber a dónde ir y, finalmente, no llegar a ningún sitio.

3.) Todo lo anterior es más que suficiente para calificar a la película de mala, pero alcanza el estatus de pésima cuando se pone (superficialmente) "profunda" con tan breves como deslavazadas sentencias de corte místico-filosófico, sacadas de un mal manual por alguien que tan siquiera entendía lo que leía. En este caso me pregunto, como hacía al comienzo, ¿cómo es posible que los mismos que manejaron con maestría en Matrix temas profundamente filosóficos, éticos y metafísicos nos presenten ahora una mierda tan pretenciosamente superficial y vacía? Porque, si se les agotaron las ideas mejor dejarlo estar, y no meterse en jardines como éstos.

... en mi opinión mucho mejor de lo que las pobres valoraciones recibidas han estimado.

Para mí ha sido un auténtico placer y una verdadera sorpresa disfrutar de una película que tras un comienzo comedido pero correcto va ganando en hechuras rápidamente, hasta alcanzar un empaque al que pocas pueden alcanzar.

Las actuaciones muy buenas, sobreactuadas hay quien dice, aunque no lo creo, pues el ambiente que retratan es precisamente así, sobreactuado. Por otro lado el guión es bueno, mantiene el interés durante toda la película, y en modo alguno desentona de la correcta factura general. En cuanto al lado técnico, un placer para los sentidos la ambientación de un entorno como el que nos presenta.

En resumen, película altamente recomendable que creo que en modo alguno defraudará.

Cuando una película con este tema no da casi nada (es igual de tacaña que su protagonista), tampoco es merecedora de críticas que den mucho más. (No seré uno más de los comparsas que acompañan al protagonista en esta película, que dan y dan sin recibir nada a cambio.)
Mi resumen: película pobre, muy pobre, casi hasta el punto de ser mala. Condescendiente hasta la náusea, y sin apenas gracia más allá de sus diez primeros minutos que --como sketch-- son graciosos, pero cuando se estiran como el chicle (seguro que este hombre reutiliza el mismo desde los 5 años) se convierten en un pesado castigo.
Mi consejo: vea el trailer y si le gusta pase de ver la película --en donde todo es igual, pero peor--; y si no le gusta, congratúlese y aproveche la hora y media de duración de la película al completo para hacer cualquier otra cosa.