Si, yo soy. Yo fui el que le puso en su día un 4 a The Wire y que no pasó del tercer episodio (tras otros tres reinicios de la serie por si es que no me enteraba....).

Lo reconozco. ME ABURRE.

Aún con ello, he intentado darle otra oportunidad a David Simon con esta serie, pero veo que no ha evolucionado. Me gusta el cine policiaco, pero para que me cuenten historias increíbles, que me sorprendan y que vayan desarrollando una investigación con sesuda deducción, con detalles que a mí ni se me habrían pasado por la cabeza.

Pero para que me cuenten lo asquerosas que son las vidas de un grupo de policias locales, de su día a día de oficina, de lo apestosas que son sus barriadas marginales y la epidemia de droga y racismo que sólo ellos llegan a entender por su magnitud, pues me pongo a aguantar a mi vecino que tiene un bar y también ve y escucha a diario historias igual de interesantes.

A mi parecer, abunda el realismo, la jerga, la crudeza y si quieres, hasta la interpretación, pero es que el guión es INFUMABLE. Charleta y negociación de escritorio que, algunos dirán que claro, como no la he visto en inglés original con acento del mismo sur de Baltimore, me he perdido toda la esencia.

Voto por las historias que me trasladen fuera del salón de mi casa a sitios más increíbles que las 3000 viviendas por una vez.

Y como no vivo de poner críticas en ningún sitio ni publicitar ningún blog, digo lo que pienso. Aún a contracorriente ;-)

Yo no sé qué le pasa a algunos directores. No he sido capaz de ver más de 20 minutos del primer capítulo donde la mayoría de escenas están rodadas a cámara en mano (y con zoom) y encima se ponen a realizar zoom in-zoom out continuamente. Tomas de incluso menos de 1 segundo y planos de las manos y otros detalles sin venir a cuenta. Al poco tiempo me he dado cuenta que me estaba molestando. El resto de la serie.... lamentablemente no puedo valorarlo por la mierda de rodaje. Y a lo mejor creen que han creado un nuevo estilo.

Serie a mi parecer sobrevalorada, con críticas muy favorables profesionales pero desde los USA. Como en la mayoría de las series de este país de los últimos años (y de más atrás....), el sexo y la obsesión por este se convierte en el argumento y las situaciones jocosas del 40% de la trama, mezclándola con otro 20% de relaciones sentimentales ideales para regusto y contrapunto más profundo.
Es de reseñar que los pocos personajes adultos son o un alcohólico, vago, infantil e irresponsable, o un vecino con síndrome de Peter Pann, o algún paisano/a carca-conservador y que no entiende a esa juventud tan prometedora y lejana de convencionalismos.
En definitiva me parece una oda a la inmadurez y al sentido común, que promueve la idea de cómo se puede ser de la clase baja-baja pero tener discursos llenos de chispa, lo que deviene en personajes artificiales, de diseño, de academia.
Lo dicho, serie de múltiples temporadas para regocijo de adolescentes y veinteañeros pero que no transmite historias creíbles ni interesantes.
Una especie de Friends a lo gamberro y sin gusto.

Me estaré haciendo mayor… Hace bastantes años me di cuenta que el tiempo pasa volando y dejé de leer libros por cabezonería, de ver películas a ver cómo acaban y de ver series porque con tan buena crítica, seguro que al final me encantan.
Si un libro no me convence en sus tres primeros capítulos, lo suelto; si una película me parece tediosa, en tres bostezos la apago y si una serie no me engancha, a las tres primeras entregas, la archivo.
Esto me ha pasado con The Wire. Siempre que voy a ver una película o serie, veo su calificación y críticas en Filmaffinity. Indicar que era una de las mejores series de la historia, era todo un atractivo. Pero, qué desilusión…
Últimamente llevo alguna más (lo mismo me ha pasado con Mad Men…); una serie tiene que enganchar, tiene que dejarte queriendo ver el siguiente capítulo o tragarte la temporada de un tirón, pero “The Wire” no se me ha hecho ni lo más mínimamente adictiva.
Sí, muy realista y cruda, pero con una trama aburrida; como un crítico ha mencionado, “parece que no quieren contarte nada…”. Sin hilo conductor, sin pasión, sin pizca de humor y con un ambiente ajado y anticuado, que recuerda a “Starsky y Hutch”.
En fin, a ver si tengo más suerte con la próxima…

Maniqueísmo en estado puro. Mira que desde adolescente, cuando vi "La vaquilla", me gustaron las películas sobre la guerra civil. Un momento histórico fundamental en la historia española que se empezaba a contar desde los ojos del bando perdedor.
Pero es que ya hasta a mí me aburre....
Cuando la historia se empieza a poner al servicio de los intereses de la causa abanderada por un determinado partido político, empieza a asquear. Tópicos de topicazo, malos supermalvados y buenos de libro, con ideales y gallardía sin parangón. Vamos, la versión actualizada de "Sin novedad en el Alcázar" pero con unas pinceladas de feminismo de manual (salvando la distancia de que ahora los héroes eran los republicanos...)