Bajo la perspectiva de un alpinista (yo mismo) es un truñete. Cualquier «al filo de lo imposible» es
netamente superior (y os lo dice alguien al que «al filo» le parece mas mediático que otra cosa).
Bajo el prisma de un neófito, quizás a alguien le pueda entretener mientras se atiborra de palomitas. Pero es importante saber 2 cuestiones importantes.
La primera, que el circo mediático del Everest es sólo una pequeña muestra de la estupidez humana y en la película se muestra tímidamente. Probablemente porque el director de turno tiene muchos compromisos económicos y muchos amiguetes de amiguetes del círculo en el que se movían los dos guías que fueron los que la cagaron bien cagada. (Leeros el libro «Everest 1996» de G. Weston Devalt y Anatoli Bukreev y comprenderéis porqué).
La segunda porque no se desvela nada de la basura que envuelve la vida de los yuppies que se apuntan a este tipo de aventura (por muy «duros» que sean), ni de la que flota sobre una montaña que ya es un auténtico «vertedero». Ni tampoco de la pasión, fascinación y respeto que sienten los auténticos montañeros por esos sitios tan fascinantes.

Obra maestra: poética, alternativa, llena de contenido sutil y armonioso, humor pero no exento de seriedad y coherencia con una historia impecable, llena de cotidianeidad y a la vez de deseos de romper el ritmo de la monotonía de nuestras vidas esclavizadas por la civilización. Con los recursos más simples que se pueden utilizar (como debe ser el buen cine), esta película nos demuestra que el talento existe y está en manos de unos pocos directores.

Yo también soy un adicto al género. Libros? También, como ejemplo, toda la obra de Hening Mankell. Series? Todos los thrillers de calidad. Es muy fácil cribar la mediocridad. Y dentro de estas últimas imperan las grandes producciones, cuyo origen en el 90% es, como no EEUU, seguidos de muchos productos basados en el "efectismo", acompañados de unas bandas sonoras que nos trasladan a ambientes de auténticos conciertos (cuantas veces no habremos sazameado las bandas sonoras... Y no digamos la fotografía! Sencillamente, el top de los tops. Y esos casoplones de ensueño, acompañados de unos vestuarios de categoría. Pero... ¿el contenido? Es como los seguros de hogar; está el continente ¿y el contenido? No mire usted, si yo en casa... poca cosa!
Pues en CASE hay que prepararse para ver las autenticas entrañas de la sociedad moderna. Ineptitud y corrupción en estado puro (real amigos, sin fantochadas!). ¿Que cuesta digerirlo y apreciarlo? Pues habría que darle una pensada y planteárselo porque la realidad es esta. Las víctimas están absolutamente indefensas ante instituciones, policía, abogados,... No se libra ni la iglesia! Es toda una lección de la cruda realidad de esa perversa parte del mundo que tenemos cerca y nos cuesta reconocer y por tanto asumir.

Me sorprende cómo a toda una generación de hipsters les fascina tanto una serie tan "topicazo" cómo esta.

Voy a tener que pensar mal de los actuales modernos. Quizás no follen suficientemente, o quizás si, pero sin tanta pasión cómo nos exponen (o nos venden) nuestro vecinos trasatlánticos, los sempiternos yankees y su fábrica de churros-series.

Quizás la modernidad consista en esto: en anhelar por afición. Y por ese motivo sienten tanta fascinación por tanto acalorado, tanto inestable, egoista, mentiroso compulsivo, trahidor, cobarde, mal intencionado, ambicioso, frustrado, frívolo, en definitiva tipos extraidos de la zona más oscura y fea del declive de la sociedad americana.

Asi de esta forma tan sencilla, y para tanto ceativo oportunista, una vez más, la fórmula mágica funciona. Pupurri entre Falcon Crest, Perdidos y Sexo en NY. Mezcla de personajes antítesis del ser humano. Ellas y ellos, neurotizados por su propio clan al que a su vez retroalimentan con sus alocados actos, sus confusos pensamientos y sus feas confesiones. Vamos, todo muy positivo.

Eso sí, la fotografía excepcional, primeros planos espectaculares y música de altura. El "merengue" delicioso, el contenido de dudosa procedencia.

A continuación un buen reporting de críticos anglosajones (en su mayoría yankees, una vez más). De esos que tanto saben; ya sea de vinos, sushi, alta cocina o fastfood, pop art o arte moderno, literatura o cine. !Et voilà! Objetivo logrado; toda una legión de fieles espectadores y críticos aficionados deslumbrados.

Así que al final... como dice el protagonista a la chica (los del "affair"): !Nos queremos, casémosnos, asentémosnos, seamos normales y tengamos una familia!
Y lo que le faltó decir es: !Y veamos truños cómo este!