Acabo de registrarme en esta página y esta es la primera película que quiero valorar por dos razones:

- Yo vi esta película cuando era pequeño. Me la dieron por error confundiéndola con una de Disney. Cuando comencé a verla, quedé completamente maravillado con la historia y todos los personajes que en ella aparecían, era algo completamente nuevo y original para mi. Hoy en día, cuando la vuelvo a ver, sigo sintiendo la misma magia que aquél día cuando tenía 3 años y era un niño inocente. Me hace regresar al pasado, a mis orígenes... Eso me emociona.

- La banda sonora que acompaña al filme es realmente bella, en armonía con él.

Este conjunto de detalles y muchos más hacen esta película la mejor que he visto en toda mi vida, y entraré en discusión con cualquiera que se atreva a decir que es mala.

Antes de decir nada acerca de esa hora y media de sueño que sentí que esta película me había robado, he de decir que mis expectativas acerca de ella no eran ni mucho menos negativas: la prensa no la puso en el disparadero y las críticas de la comunidad eran medianamente aceptables. En otras palabras, esperaba uno de esos filmes en los que llegan los créditos y uno piensa para sí mismo "pues oye, ni fu ni fa, no va a ser ni trascendente en mi vida pero al menos he echado el rato".

Contra todo pronóstico la película me sorprendió, pero para mal. No desde el principio, pues parecía apuntar a una historia mediocre que transcurre en el típico monasterio expuesto como una burbuja en el tiempo, sin vistas a la sociedad moderna. Eso hasta que el argumento deriva en un pretencioso delirio compuesto de un batiburrillo de escenas sin sentido, leyendas, conspiraciones y otras absurdeces que me reservo para la zona spoiler.

Los aficionados al cine de terror nos quejamos constantemente de que las películas de los últimos tiempos son en su mayor parte flojas, de que son la misma idea que se repite constantemente, una y otra vez, con el cliché de sustos circenses y una propuesta de sorpresas predecibles. Lo cierto es que, de vez en cuando, a algún director se le ilumina la bombilla y decide plasmar su concepto de innovación en un metraje que merece la pena, pero este tipo de rupturas con lo establecido hacen del miedo el reguetón del cine, el género degenerado reservado a espectadores con mal gusto.

He de reconocer, al menos, el buen trabajo de la dirección de fotografía, de la decoración y la buena elección del escenario (de ahí que mi valoración sea de 2 y no de 1), pero poco valen estos detalles si sirven a una causa perdida.