Para empezar, he de decir que jamás, jamás en mis treinta años de vida había sentido un enganche emocional tan fuerte como el que sentí al ver esta película. La alquilé en dvd y al día siguiente tuve que ir a comprarla. Durante 15 días me la engullí día sí día también, en versión original o subtitulada, daba igual. Se me había metido en el cuerpo tan profundamente que me fue imposible sacarla y creo que no lo haga nunca. La maravillosa Isabel Coixet se ha ido superando a sí misma y estoy de acuerdo con ella cuando dice que es su mejor película. Sarah Polley esta fantástica (como siempre) y fue una suerte descubrir a un Tim Robbins que había pasado desapercibido ante mis ojos quizá por la manía de ver las películas dobladas...Y que decir de la banda sonora: Anthony and the Johnsons y su "hope there´s someone" te pone el vello de punta, al igual que la canción de Tom Waits...En fin, no creo que haya en un futuro película que la supere a no ser que Coixet vuelva a superarse a sí misma.

Veamos...Entré en la sala de cine a las siete y media y veinte minutos más tarde ya estaba en la calle. La razón: "No podía soportarlo más"! Nunca antes había tenido la suficiente fuerza como para salirme del cine a mitad de una película y eso que en ocasiones he sido obligada a tragarme bodrios como "Alien Resurreccion"(que madre mía) o "Ojala fuera cierto"...Pero esta vez una fuerza incontrolable me hizo comprender que no podía perder más el tiempo viendo aquel cúmulo de pésimos diálogos (si es que los había), decorados de videojuego y un guión superficial y absurdo. Es una pena porque después de ver a la grandiosa "Equilibrium" (película de culto, muy recomendable) pensé que su director Kurt Wimmer estaría a la altura de las circunstancias o incluso más allá. Pero no fue asi. Gran decepción.