Y es que cubrir las expectativas tras la obra maestra que fue su anterior película, "Mujeres al borde de un ataque de nervios", no era cosa fácil.

Para este film cuenta como protagonistas principales con Antonio Banderas y Victoria Abril. El primero, pese a que nunca me ha convencido como actor, recrea una aceptable caracterización. Es más, yo diría que es la mejor película que he visto de él. Por el contrario, Victoria Abril siempre ha estado estupenda como Chica Almodóvar y aquí no iba a ser lo contrario.

La trama es típica del director: pasiones complicadas y líos llenos de colorido que nos transportan a su mundo del cual me considero realmente adicta. Ricky, un enfermo mental, acaba de ser dado de alta del hospital psiquiátrico. Tras su salida va en busca de Marina, una actriz porno con la que había mantenido un encuentro sexual tiempo atrás, para convencerla de que es el hombre de su vida y el padre perfecto para sus hijos.

15 nominaciones a los Goya y ningún galardón conseguido es el, en mi opinión, injusto resultado. Por contra, la crítica la consideró una de sus mejores películas.

Partamos de la base de que hay que ver esta película sin complejos.
Son muchos los que han desprestigiado esta obra maestra y puede que fuera por sus ideas preconcebidas.
También he de avisar que puedo no ser demasiado objetiva siendo una auténtica seguidora de Almodóvar y su cine, pero esto no quiere decir que no pueda sacar defectos a sus obras como a cualquier otra que vean mis ojos.

Para empezar, es el argumento más autobiográfico del director y por ello podía correr el riesgo de írsele de las manos junto con sus emociones. El resultado es todo lo contrario: mucho más emocionante e intimista que cualquier otra.
Ayudan a que esto sea posible Fele Martínez y Gael García Bernal. A este último se le ha criticado en exceso por el supuesto acento forzado de toda la película, pero realmente lo subsana bastante bien y consigue una actuación creíble y en su línea. ¿Qué decir de Fele? Creo que es la mejor actuación que le visto hacer jamás (pese a ese maquillaje y apariencia rozando lo metrosexual).

Emociones, pasiones, intrigas... Reconoces que es una película de Almodóvar pero a la vez puedes llegas a dudarlo. Siempre se ha dicho que tiene un feeling especial para guionizar historias de mujeres, pero puedo afirmar que la excepción confirma la regla.

No es otra película más de dos historias paralelas que acaban, circunstancias de la vida, siguiendo el mismo camino. Una joven hondureña en busca del sueño americano y un joven pandillero mexicano queriendo salvarse de lo que ya es improbable.
Te atrapa desde el mismo comienzo no pudiendo despegar los ojos de la pantalla pese a las atrocidades que se pueden ver y que, en realidad, ocurren todos los días. Quizás es por eso que te emociona como si todo te estuviera pasando en tus carnes, porque dependiendo de la zona en la que hayas nacido estás predestinado a vivir de una manera u otra apenas sin alternativa.
El tema de las maras, tan de moda últimamente, se trata de modo realista y sin edulcorar. Es por eso que en ocasiones tienes la sensación de estar viendo un documental y también el presentimiento de que nada podrá acabar bien si nos aferramos a lo verídico de la historia. Por otro lado, la ficción también sale a relucir mediante la fantástica fotografía digna de las mejores creaciones cinematográficas.
Un 10 por Cary Fukunaga, sí señor.

Nunca una película había dicho tanto hablando tan poco.

Para los amantes del drama, éste lo es y con mayúsculas. De todos modos, quizás influenciado por el frío nórdico, se trata de un dramatismo distinto del que estamos acostumbrados. Todo se sucede de manera lineal y sin acabar revolviéndote las tripas. Eso sí, terminas pensando si algo podría ir peor.

Nótese la sonrisa de la protagonista sólo en contadas ocasiones, como por ejemplo, leyendo un libro que quizás le abstraiga de la realidad oscura y vacía que le rodea.

Además, a pesar del duro e inmoral final, acabas alegrándote de que ocurra.

Estoy completamente segura de que la auténtica película de culto de la Movida Madrileña debería ser ésta: transgresora, desenfadada, sorprendente y catártica. A nadie puede dejar indiferente, ya sea para bien o para mal (no suele aceptar términos medios). Por lo que a mi concierne, no me canso de verla una y otra vez dándome cuenta de la genialidad con la que ya comenzó Almodóvar y con la que continúa en la actualidad.

Cecilia Roth está espléndida y Fanny McNamara no se queda corta ;) Además, podemos ver al Imanol Arias más andrógino tras la costumbre de seguirle año tras año en la serie "Cuéntame".
Ya que por el leve impedimento físico de no haber nacido en los `80 no pude adentrarme en esta época, me siento parte de la misma gracias al fiel reflejo del que se hace gala.
Para más inri, nos envuelve de su banda sonora durante estos 100 minutos que pueden ser de todo menos perdidos.