Big Fish es una película a la que yo nombraría como película paralela, ya que es una persona que cuenta su vida de una forma muy maquillada mientras que pasa por un periodo de su vida en el que está enfermo. Viaja al pasado con unas historias de fantasía contadas desde los ojos y la imaginación de un modo en el que se reproducen las imágenes de lo que cuenta durante toda la historia y, por otra parte, la vida en presente en la que la familia sufre por el hombre. Tiene muchos planos diferentes, pero no es difícil de seguir porque te introduce cada vez en el mundo de fantasía de la misma manera con un patrón muy similar casi todas las veces. Los personajes están muy logrados hasta el punto en el que puedes llegar a mimetizar los sentimientos que representan y entrar en la historia. Este film es del 2003, eso significa que los gráficos y los efectos especiales aparentemente pueden parecer falsos, pero es eso lo que le da el “toque” a la película.

Es una película que tiene un plot twist muy grande en un punto de la historia, cuando todo el mundo cree que será una historia plana con un patrón marcado por el director, el cual no se ha querido arriesgar más pese a su estilo experimental y fantástico, con un punto “dark”, que utiliza para sus películas. Tim Burton es uno de los directores más famosos de todo el mundo y sus películas siempre tienen fantasía adulta ya que el trasfondo de sus historias es más grande que la propia película, eso hace que los más pequeños se puedan divertir a la vez que los más grandes puedan reflexionar. Tienen un punto oscuro pero a la vez atrae, es como un bosque de noche, te atrae y no sabes por qué; da miedo pero, como si fuera un imán, te arrastra y te introduce en él. Utiliza mucho lo que yo nombro película paralela, ya que muchas de ellas tienen un personaje que viaja a mundos paralelos, a su pasado decorado (o no), como por ejemplo: Big Fish, Charlie y la fábrica de chocolate o Alicia en el país de las maravillas. Es una persona que, si nos basamos en sus películas, podríamos pensar que necesita un psicólogo urgentemente y un bote de pastillas a su lado.

También es verdad que no es una película en la que puedas ir al lavabo un minuto y prepararte unas palomitas mientras va avanzando, ya que no te puedes perder un segundo, tienes que estar prestando atención al 100% durante las 2 horas y 5 minutos que dura. Se podría decir que la película tiene un número de metáforas infinitas y, aunque prestes “muchisisisísima” atención, con una vez que la veas no vas a pillarlas todas. La has de ir parando para ir entendiendo porque la película, junto a su trasfondo, concurre más rápida de lo que puedes pensar y reflexionar.