Un poderoso Christopher Nolan vuelve a construir cine, aunque si bien sabemos que la principal herramienta del cine sonoro es el diálogo, éste se convertirá en el arma de aquellos que no tragan su método. La oscuridad que rodea la saga no es sino el éxtasis contenido del director que estalla con la libertad del héroe de la trilogía.

En la última entrega de la saga de superhéroes más laureada del cine, nuestro héroe Bruce Wayne (Christian Bale), deberá hacer frente a un nuevo villano, el enmascarado Bane (Tom Hardy), que pretende destruir la ciudad de Gotham con un artefacto nuclear. Para ello, esta vez Batman contará con la inesperada ayuda de Selina (''Catwoman'', Anne Hathaway) así como la del comisario Gordon (Gary Oldman) y el agente de policía Blake (Joseph Gordon-Levitt). Éste último nos reserva una sorpresa final que provocará ríos de tinta de partidarios y detractores del género.

La película lleva el sello de Christopher Nolan, y para aquellos que quieran entenderla deben tener muy en cuenta este hecho. Si repasamos el corto historial del director inglés encontramos películas con tramas muy diferentes pero con signos muy parecidos. Todos estos signos llevan su sello personalizado, y no por ello las hace previsibles, pero permiten al usuario interactuar con el filme tratando de averiguar el secreto que esconde el relato. Les propongo una actividad: Encuentren similitudes entre las películas ''El truco final (el prestigio)'', ''Memento'' y ''El Caballero Oscuro: La leyenda renace''. Hay una curiosidad que se repite en las 3 películas, y si saben seguir las pistas significa que estás siguiendo la historia, pero tampoco esperemos resolverlo todo, Nolan es inteligente y sabe que intentaremos averiguar lo que esconden sus tramas, por lo que siempre nos sorprenderá al final.

Es lo que hace brillante a sus obras (no todas, está bien), montar al espectador en la montaña rusa de la película y que éste se pase agarrado a su asiento todo el tiempo que ésta dure para volver al finalizar el trayecto al inicio de todo. Hay que aceptar que tiene puntos débiles, y está claro que ni los golpes de humor son su fuerte ni tampoco los diálogos, a veces enrevesados, a veces tópicos, a veces innecesarios y a veces incluso tontos. Sin embargo, estos diálogos no entorpecen para nada el lenguaje, ya que desde los orígenes de la saga en ''Batman: Begins'' hasta el final de la misma con ''la leyenda renace'' el espectador escucha el entorno, el drama, la intrahistoria del personaje, el sombrío aroma que desprende la historia, y a través de todo ello el público establece conexión con la película: se solidariza con el personaje e intenta resolver el enigma junto a él. El espectador siente la película a través de los detalles, se comunica con ella a través de ellos, por lo que los diálogos pasan a un segundo plano.

No hay que olvidar que esta película es la culminación de otras dos, por lo que no se puede analizar independientemente de ellas, y es necesario entender ciertos aspectos que hacen que una trilogía sea eso, una trilogía. Por ejemplo, la evolución del personaje desde sus prepotentes inicios hasta la culminación de su madurez o la aceptación de la aparición de nuevos personajes que, además de añadir jugo, acaban siendo necesarios.

En conclusión, agradecerle a Christopher Nolan que sólo haya hecho 10 películas (como director) hasta ahora, puesto que así no me podré arrepentir más de diez veces de decir ''qué obra maestra'' cuando vea su próxima creación.

Y por cierto, no me quería olvidar de Josh Weddon y sus Vengadores, ejem. Buen intento Josh, de verdad.

Surrealista donde las haya, Kevin Smith ha decidido jugar al billar con las mentes de la audiencia. Ha cogido todos los valores, todos los principios, todas las creencias, todas las experiencias y saberes, toda la razón y toda la fe, los ha puesto sobre el tapiz, ha retirado el acomodador y, finalmente, nos ha dado un golpe seco por la espalda a enfrentarnos con el resto de bolas de colores.

La trama gira en torno a una iglesia clandestina en la que suele reunirse un grupo de fundamenta-listas a realizar prácticas ''poco habituales'' (bueno, poco habituales a lo que un ser humano habitual acostumbra, no sé si me explico) y que a través del recurrente cliché de los ''adolescentes que buscan sexo loco por Internet'' consiguen secuestrar a los protagonistas de la historia (se supone que son los buenos de la película, por lo menos de los más buenos del reparto). A partir de ahí, la película se convertirá en un contrarreloj por salvar a los chicos (con John Goodman en el papel de policía) mientras nos hacen alucinar de lo lindo con lo salvaje del guión. 88 Minutos dura el filme, y pienso que no hacen falta más.

El poder de inmersión en la película es brillante, siempre tendremos ''claro'' quiénes son los malos, pero no nos vamos a quedar a gusto con los ''buenos'', ojito que el protagonista principal de la película no es físico. Hablo del mensaje.