Los 70 habían pasado, esa década recordada por grandes títulos y uno de ellos, "El padrino" como una de las más grandes películas de la historia, "una de gánster" para el público. Hollywood volvía a la cima de nuevo. Más adelante hicieron más películas de gánster, pero personalmente, ninguna como la del señor Ness y sus "intocables".
La película te engancha desde que conoces al personaje principal de la historia, visualmente es soberbia, aquella mítica banda sonora compuesta por Ennio Morricone, estos factores te hace el largometraje más fácil, lo que hace adentrarte hasta el final, sin pausas, con una escena inolvidable: la de las escaleras en la estación ya es historia en el mundo del cine. Gracias Brian de Palma por esa escena, inmensa secuencia a secuencia. Impresionante. Sean Connery está de 10 en todo momento, no merecía un final así.
Una película reconocida, pero poco valorada para esos personajes únicos, gran historia que engancha a los americanos, pero aquí en España no sabemos valorar.