Bajo la superficialidad de las etiquetas sociales se encuentra la profundidad de las personas. Con un ligero barniz de comedia, la película revisa los efectos perversos que sufren los adolescentes al ser encasillados desde el mundo adulto en los patrones sociales y culturales. En definitiva, una crítica social en toda regla que hace de "El Club de los Cinco" una de esas películas de los 80 que nos sorprenderán gratamente.

Una muy intrigante trama sirve para crear un retrato psicológico de Harry Caul, los dilemas morales que le ocasiona su oficio (espionaje) y la vaciedad de su vida emocional absorbida por éste. Un complejo papel con el que brilló a gran altura Gene Hackman

Terrence Malick nos sumerge en un perdido episodio de la Batalla de Guadalcanal donde nos hará partícipes de los sentimientos de los soldados (miedo, desesperación, locura, crueldad, muerte,...). Todo ello sobre un telón de fondo filosófico donde se plantea preguntas sobre el origen del mal: ¿es este consecuencia de una degeneración del prístino estado de naturaleza (el mito del buen salvaje) o, simplemente, es una de las manifestaciones, como el propio bien, del inmanente Dios-Naturaleza de Spinoza?

El gran acierto de esta película es el uso de primeros planos con los que, más que resaltar la acción (que queda relegada al segundo plano), nos llegan los sentimientos de los protagonistas. Muy buenas interpretaciones de éstos, que nos muestran más sus miedos y dudas que sus seguridades, si es que las tienen, en este periodo adolescente. Gran película para ver y meditar.