Visualmente, otro ejemplo de cine experimental, cuyo fondo es el tema de la drogodepencia. La película consigue atraparte desde el primer minuto hasta su finalización, por lo que Aronofsky ha hecho bien sus deberes. Cuatro historias, de como cuatro personas desesperadas, solas, y marginadas, se pierden en el camino de las drogas. Con un guión que, en mi opinión, es uno de los fallos principales de la película, ya que podría habersele sacado mucho más partido por ejemplo en conversaciones de Harry con Marion; Tyrone o su propia madre, haber hecho más hincapié en el porqué de su situación, y por supuesto, el final. El director se decanta por el espectáculo y opta por un tópico mensaje del "peligro y consecuencias de las drogas". Visualmente, en cambio, es magistral, admirable. La metáfora del joven protagonista en el puente, reflejando los sueños incumplidos, la cámara de ojo de pez, dos escenas a la vez para poder observar los diferentes puntos de vista... En definitiva, requiem for a dream es una película trabajada, impactante, inteligente y provocadora, cosas que los espectadores agradecemos visto el panorama de cine actual.

La he visto innumerables veces. Y cada una me transmite un mensaje diferente. La novela de Anthony Burgess es llevada a la pantalla por un insuperable Kubrick. Todo en ella es encomiable, los decorados, la fotografía, la banda sonora, y, por supuesto las interpretaciones. Realmente un regalo a todos los sentidos. No puede decirse que sea una película bonita, agradable, de hecho todo en ella es sórdido, grotesco, pero ¿No es así la sociedad en la que vivimos? La doble moral, la hipocresía, el libre albedrío, todos estos temas son planteados, consiguiendo que el espectador mantenga los ojos de par en par en sus dos horas de duración, casi como McDowell en esa memorable escena de visionado de películas "ultraviolentas". Es increíble también como el genio de Kubrick logra que el espectador empatice con el antihéroe, sádico y violador de Alex, lo que pone de manifiesto el mensaje principal de la película: ni el mal ni el bien son electos, forman parte de la naturaleza intrìnseca del ser humano

Provocador y, en mi humilde y modesta opinión, magistral experimento. Los Idiotas no es solamente una película, es la vida, cabrona, subversiva, injusta, hipócrita, pero la vida, a fin de cuentas. Traier, con la cámara en el hombro, narra practicamente a modo documental la negación de un grupo de hombres y mujeres a formar parte de un sistema que favorece solo a unos cuantos. ¿Cuál es la solución? Ser idiota. ¿Quieres ser feliz? Sé idiota. ¿Quieres escapar de tanto cinismo? Sé idiota.
Interpretaciones magistrales, inteligentes diálogos, escenas inolvidables... Pecando quizás estas últimas de un exceso de crudeza, no obstante, se puede obviar. Los Idiotas, sin embargo, no es una película que le gustará a todo el mundo, probablemente encontrará opiniones muy divididas. Quizás, sus defensores, seremos otros "idiotas".