Una sobria historia que nos invita a la reflexión en la que podemos ver cómo las "inocentes" palabras de una menor puede arrastrar la vida de un hombre al borde del abismo.

Una película muy bien planteada por su director por cómo logra mantener al espectador (en este caso a mi) frente a la pantalla, expectante y viviendo la angustia de la rocambolesca situación que se da.

Quisiera destacar por último una gran interpretación de muchos de sus actores, destacando, entre todos ellos, la de Lucas (Mads Mikkelsen).

Reconozco que durante los últimos años me he aficionado a las comedias francesas. Películas originales, divertidas, de esas que no suelen decepcionar. Pues bien, ésta no es una de ellas.
Aborda una temática cada día más extendida en nuestra sociedad que es la del divorcio pero, sin lugar a dudas, al guionista se le fue la inspiración cuando llegó a la mitad de la historia y la convirtió en algo poco creíble y que roza la parodia absurda.
Quien disponga de una hora y media de tiempo libre y que no sepa en qué emplearlo, que la vea y la juzgue por si mismo.