Camino es uno de las mas bellos homenajes a la memoria de una persona que jamás se haya hecho en el cine. Se podrán criticar aspectos de la película, que para mí es cinematográficamente espléndida, pero lo que NADIE puede poner en duda es que Fesser, el autor de ésta inspiradora historia, parte de la ADMIRACION ABSOLUTA Y SINCERA A ALEXIA GONZALEZ BARROS. Los que parecen no respetar su memoria y su aventura humana son los que siguen hablando por ella, como ya lo hicieron cuando aún vivía. Querer a una persona es tratar de entender y respetar su alma y no reconducir y domesticar su pensamiento. Conozco muy bien la historia de la pequeña Alexia, conocí muy bien a Moncha, su madre, a Blanca, su tía y sobre todo conocí íntimamente a Paco, su padre y al doctor Villa, encantador pediatra que la trató casi desde el principio (en el opus dei también hay gente maravillosa). Y por mas vueltas que le doy, no me cabe la menor duda de que Fesser está en lo cierto cuando dice que a Alexia le encantaría ésta película. Es más, sin la colaboración directa de ésta niña no se pueden entender los aciertos y detalles íntimos que Camino muestra en sus mas de dos horas de duración. Eso lo saben sus más íntimos allegados, cuyo desconcierto comprendo perfectamente. No así su intransigencia.